🔥Capítulo 12🔥

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ARA

- Está nevando.

La voz de Nikolái me trae de regreso a la realidad, mientras nos colocamos los abrigos y mantenemos el objetivo firme en la unión con los sanguinarios asesinos de la Mafia.

Vuelvo la mirada al italiano y...

Anoche.

Anoche dormimos juntos.

Nos tocamos, nos besamos, nos deleitamos en el placer en el que ardíamos ambos.

Éramos uno, éramos todo. Tal como lo éramos antes. Fuego y hielo. Infierno y cielo.

Y al mismo tiempo, un reflejo...del reino de nuestros miedos.

Nikolái concentra su mirada al frente y noto que tiene razón.

Esta nevando.

Como si el cielo conspirara en nuestra decisión, tenemos a todos los nuestros a nuestro lado mientras tan solo esperamos.

En lo más preciado y alto de la pirámide, esperamos.

Las primeras diez camionetas negras comienzan a acercarse hacia nuestra dirección alimentando nuestra tensión.

Cartel, Alekei, Nilak, Ryls, Hades y Nikolái fijan su autoridad y dominio firmes a mi lado cubiertos de armas y francotiradores alrededor.

Atrás mío, mi padre se mantiene con Darya cubierto de miles de nuestros guardias.

Él también aguarda manteniendo su vista fija en mí.

Quien se atreva a ser rebelde, muere.

Los que bajan de dichas camionetas son estadounidenses.

Nikolái toma mi mano.

Paso a observarlo notándolo estresado.

- No tienes que protegerme. - susurro conteniendo el aliento.

- Lo sé, pero no me siento seguro.

- ¿De que hablas? ¿Tienes miedo?

Suelta un suspiro respondiendo con dificultad.

- Posiblemente sea solo por ti.

- Por mi...

- Desde aquel día que desapareciste con Alekei y ambos fueron emboscados, entendí que no quiero que a mi codiciosa y rebelde esposa le pase algo.

No me mira cuando lo dice, su atención esta al frente, a la expectativa de que nos hagan algo mientras se aferra a mi mano.

- ¿Ahora eres amable? ¿Es por lo que paso anoche?

- No Ara no es por eso. Pero anótalo como un logro, estoy demasiado interesado en ti.

Evito concentrarme en sus palabras, puesto que aquí no es lugar adecuado para dejarme ser vulnerable por él.

- Ya, olvídalo, estarás bien.

- De aquí no salgo sin ti.

Aprieto los labios mientras aquellos británicos comienzan a entrar.

Evito que el frío me congele mis ideas y nos adentramos al interior de una sala llena de guardias, donde cada vez más mafiosos comienzan a llenarla.

Y aunque todos me reconocen no tardo en ansiar la maldita llegada del asqueroso ruso miserable que comenzó todo esto y me arrebató todo por miedo.

Espero y espero.

Para matarlo.

NIKOLÁI

- Los líderes de la pirámide ya están aquí.

MI DIAMANTE DESEADO ♤ LIBRO 3 ♤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora