MI DIAMANTE DESEADO ♤ LIBRO 3 ♤

Capítulo 10

ARA

Solté un suspiro luego de estar refugiada entre los brazos de mi padre como si fuera una niña pequeña a punto de colapsarse.

Él no dijo nada hasta que logre calmarme y apartarme de él para limpiar mi maquillaje.

Me gire hacia él cuando termine y lo mire a los ojos diciéndole que todo esta bien.

Claramente no se lo creyó, él me conocía demasiado bien.

- Lo habría matado si no lo amaras. - menciono mirándome con interés.

- Pero lo amo, así que puedes decirle adiós a tu arsenal de armas y métodos de tortura.

- Lastima, ya estaba imaginándolo.

Niego haciendo una mueca.

- Debemos volver. Nuestra presencia es importante.

- ¿Estás lista? - preguntó más serio.

Asentí. 

- Lo estoy, soy Ara Alekseeva Maksimov, no soy cualquiera.

Sonrío viéndome satisfecho y presumido.

Ofreció su brazo y yo no tarde en tomarlo y entrar a su lado.

Al primero que ubiqué en la sala fue a Ryls coqueteando y riendo con una rubia alta de ojos azules, muy pero muy tomado.

Al otro lado estaba Cartel con Giovanna charlando, mientras sostenían al pequeño Xander en sus brazos.

Ignorando las travesuras de Ryls, busque con la mirada a Nikolái o Alekei y lo que me encontré, no fue particularmente lo que me esperaba.

Nikolái estaba de pie junto a morena de ojos claros quien no dejaba de sonreírle y hablarle coquetamente de quien sabe que cosa más interesante que buscar y arreglar las cosas con su verdadera esposa.

Pero claro, no podía esperar más sabiendo que él ni siquiera me recordaba.

Bufe y mi padre casi se comió a Nikolái con los ojos.

- Vamos, si no me vas a dejar matarlo, demuéstrale quien eres y con quien nadie puede.

Lo miré y lo vi llamar a uno de los meseros y conseguir un trago.

- Empieza por llevarlo lejos. - recomendó ofreciéndome el trago.

Sonreí tomándomelo de golpe y buscando mi propia diversión.

Llame a algunos meseros y al oído pedí que invitaran a algunos hombres a una sala privada donde yo esperaría con uno y otro trago.

Mi pedido no tardó en ser respondido y a los minutos ya tenía a varios hombres jovenes en la sala mientras Downtown de J Balvin y Anitta sonaba de fondo.

Tome el momento como mío cuando Alekei, Ryls, Nilak y Nikolái entraban curiosos de tanto "escándalo".

Subí a la tarima que estaba cerca de la barra de tragos y en cuestión de minutos los hombres comenzaron a silbar entretenidos por mi figura y mi coqueteo con un baile sensual.

La música me acompañaba mientras movía las caderas a su ritmo y acariciaba con mis manos las partes de mi cuerpo atrayendo con la mirada a varios de los presentes.

La tensión fue subiendo cuando a los minutos rete a Ryls y Alekei subir hacia mi, bajo la atenta mirada de mi olvidadizo esposo.

No tardaron en sonreír y llegar a mi tocando y bailando sensualmente uno al frente del otro conmigo en medio.

Los disfruté tanto como ellos a mí, no cabía duda.

Los hombres enloquecían, aplaudían y silbaban perversos del coqueteo que estaban viendo.