Capítulo 15

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ARA

La noche me persigue y el pánico me inunda.

Me ciega, me exhibe.

Y el riesgo lo vale. Las guerras lo valen. Las muertes, la sangre. Todo.

Solo y si llego a ellos.

Mi corazón late con fuerza mientras corro por la mansión al lado de Nikolái directo hacia la camioneta que nos espera afuera.

Truenos destellan con la lluvia a su favor reafirmando mis temores de que la oscuridad favorecerá a mi pánico.

Asustada llego con Nikolái mientras la nieve cae y unas gotas de lluvia empapan las ventanas.

No pasa más de quince minutos cuando llegamos a la ubicación que nos envió Cartel.

Tan cerca...

La subida de la montaña nos recibe y comenzamos a subir a pie.

Hace frío y la lluvia y nieve nos empapan las casacas y sin importarnos nada seguimos escalando.

Jadeando, por fin llegamos.

Una cabaña.

Una muy pequeña y cubierta por la nieve se refleja ante nuestras miradas perplejas.

Avanzamos lento y con temor entro.

Las primeras cosas que se ven están rotas, viejas y desechas.

No es hasta visualizar el comedor que se me detiene el corazón.

Baberos, pañales y dos gorros de bebes de diferentes colores me quiebran la razón.

Sollozo y como puedo llego hasta los gorros hasta sostenerlos entre mis dedos.

Nikolái a mi lado no dice nada. Parece que su mente esta en otra parte o no estoy segura pero sus ojos solo están en la pared.

Dirijo mis ojos a ellos y entonces lo veo.

Sangre.

Frunzo el ceño mientras intento que dolor y mi imaginación no me consuman.

¿Dónde están?

Nikolái se aleja y lo noto buscar por toda la cabaña desesperado.

Cierro los ojos con fuerza mientras siento que me desmayo.

No veo nada más que biberones, chupones y mucha comida enlatada.

Busco y busco...

No están.

Ellos no están...

Mis bebés no están....

 - Tranquila.

Menciona Nikolái mientras vuelve y observa mi reciente pánico.

- No puedo...

- Ara...

Lo siento arrodillarse mientras mis piernas ceden y caen con él.

Ya no puedo...

Un pitido en mi cabeza resuena y entonces estoy de nuevo en una habitación a solas dando a luz.

Veo a mi guardaespaldas cubriéndose el abdomen mientras se desangra y yo lloro de terror.

Niego.

No quiero esto. No quiero esto. No de nuevo.

La voz de Nikolái vuelve a mí como eco susurrando mi nombre.

- Preciosa escúchame por favor. Necesito que tu atención este en mí. Vamos Ara por favor. A mí.

MI DIAMANTE DESEADO ♤ LIBRO 3 ♤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora