Capítulo 20 INICIO - GUERRA

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ARA ALEKSEEVA

- ¡Nikolái! - grito desde lo más alto de la montaña mientras Alec, Alekei y Cartel nos cubren las espaldas.

Nilak como puede jala a su hermano intentado que no se desangre mientras carga su ametralladora en el otro brazo.

Resbalamos y jadeo mientras gritos y disparos se lanzan desde abajo.

Tengo a todo mi ejercito y al de Darya y Hades abajo, luchando, peleando.

Cada embate del enemigo cobraba el precio en vidas de varios de los de mi ejercito. Los gritos de los heridos se mezclaban con el estruendo de la batalla, y solo imaginaba el sufrimiento y sacrificio mientras continuaba avanzando a paso lento.

Ignoré el disparo que me cargaba en el hombro derecho y seguí avanzando.

Mi padre me esperaba en el otro lado con una fortaleza esperando por Karleen y los suyos.

Él se encargaría de él junto con Ryls. Su muerte dependerá de ellos dos.

Nilak maldecía mientras Nikolái como podía se sostenía.

Marcos está a solo unos pasos tratando de alcanzarnos.

El y su ejercito estaban dispersados.

Teníamos que dejar a Nikolái en un lugar seguro o Nilak y yo no podríamos enfrentarlo.

Y no iba a perderlo.

No de nuevo.

Grité en ruso las ordenes a mis hombres con dolor en la garganta mientras estos disparaban y se hizo evidente las tropas que nos asechaban.

Más bombas comenzaron a explotar y el mundo comenzó a venirse abajo.

Nuestra guerra ya había empezado.

Y con ella, pocos íbamos quedando.

MARIANO MAKSIMOV

Las tropas enemigas se alineaban en el horizonte, la nieve amenazaba con traer lloviznas de

nuevo para devorar todo a su paso. Nuestros soldados estaban preparados, armados y

decididos a pesar del riesgo, se preparaban para el enfrentamiento final. 

El sonido de los disparos en el aire, marcaban el ritmo del inevitable conflicto.

Baje la mirada a mi reloj y controle la ubicación que Alec me dio de Ara y Nilak mientras iban por esposo de mi hija.

Tenían que mantenerse en ese punto pues aquí todo explotaría en cuestión de segundos.

Comencé a asesinar a disparos, mientras Ryls terminaba de cronometrar la bomba que lo acabaría todo.

Me detuve por un segundo cuando el grito de la esposa de Cartel casi detenía todo.

Estaba lejos así que no sabía lo que estaba pasando. Pero algo bueno, no era.

- ¡Ryls muévete ya! ¡Te pareces al inútil de tu padre! - le grite disparando mientras este se levantaba como tortura y comenzaba a alzar su arma.

- ¡Con ese trato no me voy a poder concentrar! - grito haciéndome rodar los ojos mientras el tal Karleen empujaba a más hombres hacia nosotros.

- ¡El bastardo se esta escondiendo! - grito Ryls y yo negué sin dejar de dispararles.

- Pues hay que hacerlo avanzar.

Ryls me miro confundido y con la radio sobre mi hombro me comuniqué con Alekei.

No tardo en entender mi orden y disparar su metralleta en dirección al ruso.

MI DIAMANTE DESEADO ♤ LIBRO 3 ♤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora