MI DIAMANTE DESEADO ♤ LIBRO 3 ♤

Capítulo 11

ALEC

El vidrio se rompió en mil pedazos una vez que terminaba de confirmar lo que había dicho el italiano.

Yo, era hijo biológico de Isabella Martinelli, ex esposa de Antonie Martinelli, ex Boss de la Mafia Italiana y líder de todo un imperio malverso de furia y dolor.

Ilías al lado mío gruñía de dolor mientras las cuerdas en sus muñecas y sus piernas ejercían presión y en parte le cortaban la circulación.

Lo mantuve atado y encerrado mientras yo investigaba y guardaba toda información de la familia de Martinelli de hace unos años.

Un ex compañero mío se dedicó a darme toda la información que necesitaba bajo presión.

Y estaba en la cierto, Isabella tuvo un hijo antes de tener a Nikolái, y ese fui yo, la única falla en su poca bondad de maternidad, fue que me abandonó.

Me despreció en el hospital donde me dio a luz, dejándome a mi suerte para que fuera enviado a un orfanato e ignorado como si fuera algún bastardo.

Siempre imaginé que mi madre no tenía corazón y me había dejado, pero confirmarlo es...jodidamente diferente a lo que había imaginado.

Duele más.

Aunque a esta altura de mi vida no importaba ya. Ella ya estaba muerta. Recriminarle no serviría de nada.

Y si Antonie era o no mi padre, menos importaba.

Igual era el primogénito de Isabella y por ende hermano mayor de Nikolái y Nilak. 

Mis hermanos...

Y apuesto a que ellos ni siquiera sabían de mi existencia.

Eran una familia de mafiosos después de todo, se regían de secretos.

Pero yo me encargaría de cambiar eso.

El llanto de los bebés me despertó de mis pensamientos e Ilías arqueo la ceja mirándome tenso.

- Son tus sobrinos...ya deberías hacer algo con ello.

Hablo el idiota por lo que con una sola mirada lo callé y me alejé de él para ver a los niños.

Cuando llegue a ellos, ambos lloraban y al cargarlos busque calmar sus ansias.

No tarde en distinguir lo que ellos ahora significan para mí con un solo toque.

¿Tendría que huir con ellos?

¿Llevarlos con sus padres me convertiría en el bueno?

No lo sabía, no tenía ni idea de como lo tomarían.

Como me recibirían.

Podría matar a Ilías o engañarlo para que me lleve con ellos, no estaba seguro pero algo tenía que hacer con los bebés, no podía mantenerlos toda la vida bajo mi sombra.

Mantenerlos a salvo sería combatir una guerra si yo lo hacia solo yo.

Aceptándolo o no, los necesitaba.

Mis sobrinos los necesitaban.

Así como respuestas, así como resguardarme de una guerra.

Así que ya no tenía opción, debí tomar una decisión.

Vi a los niños calmarme y sonreí.

Me prometí ese día que los guiaría a su verdadero camino.

Aunque al final ese fuera un temible destino. 

NIKOLÁI

- Ara Alekseeva Maksimov, no se como te lo propuse la primera vez, pero espero esta valga igualmente la pena, ante aquellos que nos observan, ante aquellos que nos envidian, ante nuestras infinitas excusas y dudas, y ante lo inexplicable que parece ser nuestro caprichoso destino, ¿Me darías el honor de darme una oportunidad y aceptarme como tu esposo, otra vez?