Capitulo 47

12 3 0
                                    


En medio de la noche todo rastro de lo que una vez fue la base del ejercito de Pilaf había sido borrada de la faz de la tierra.

El majestuoso castillo con su particular diseño había desaparecido mientras que las murallas que rodeaban la base había sido destruidas y sus escombros, los pocos de ellos que sobrevivieron, fueron enviados a volar a cientos de kilómetros de su lugar original.

La muralla pareciera haber sido destruidas con una poderosa bomba que explotó desde dentro de la base.

En donde una vez estuvo la base ahora ni los escombros quedaban y solo un gran cráter de varios metros de profundidad que lentamente era llenado por nueva arena es lo que había, y en el centro del cráter mismo había una figura tirada en la arena.

En el centro del cráter había una persona cuyas ropas habían sido severamente dañadas, mientras su piel presentaba el enrojecimiento de alguien que hubiera sufrido quemaduras.

Su cuerpo sufría de espasmos esporádicos.

Su cabello negro era sacudido suavemente por la fría brisa nocturna del desierto.

Sangre salía de la comisura de su boca.

Su rostro estaba sucio, arena y sangre se habían mesclado.

Sus ojos estaban abiertos y desenfocados, pero su línea de visión estaba fija en el cielo, en la luna llena que brilla sobre él.

Bajo el brillo de la luna su cuerpo comenzó a sufrir de espasmos más violentos, y su corazón comenzó a latir violentamente.

Los músculos de todo su cuerpo se retorcían, las venas de su cuello se hincaron y se podía escuchar como sus dientes se apretaban con fuerza.

Su cuerpo comenzó a hincharse a un ritmo visible, mientras que vello comenzó a crecer rápidamente por todo su cuerpo.

El blanco de sus ojos se fue tiñendo de rojo mientras que su rostro se fue distorsionando y cambiando de forma para parecerse más y más al de un animal.

Su ropa se fue rasgando, mientras que se podía escuchar como sus huesos crujían junto a los cambios de su físico.

Yamato estaba en medio de la transformación en Ozaru, pero de repente esta se detuvo, quedo en un estado intermedio de la transformación.

Su cuerpo era mucho más musculoso que su estado normal y todo su cuerpo estaba cubierto de cabello negro.

Su rostro se parecía más al del Ozaru que al suyo, sus manos parecían a las de un humano, pero mucho más grandes.

Sus pies se parecían a los de un simio y su cola se había vuelto más larga al igual que gruesa.

Su cuerpo estaba teniendo espasmos y la transformación en Ozaru parecía avanzar al mismo tiempo que retrocedía.

En este momento él había alcanzado unos cuatro metros de altura.

Mientras sus ojos seguían fijos en la luna abrió su boca que parecía querer tomar la forma de un hocico y dejo salir un poderoso rugido que hizo que algunas dunas de arenas se derrumbaran, y que algunas bestias que pensaban en acercarse a su ubicación dieran media vuelta para huir tan rápido como pudieran de allí.

----

"¿Dónde demonios estoy?" para cuando me di cuenta estaba en un espacio algo extraño.

El suelo parecía una tierra seca donde nada pudiera crecer, mientras que el cielo estaba cubierto de nubes oscuras en la cual los rayos nadaban como peces.

No importaba hacia qué dirección viera no podía ver nada más que un paisaje monótono donde no había nada más que una tierra muerta sin nada más.

En cuanto abrí mis ojos me sentí algo perdido, pero tras unos minutos y después de haber organizado mis pensamientos me di cuenta de que ya había estado en este lugar.

"Pero ¿qué tan dañado tengo que estar para que este lugar sea diferente cada vez?"

En este momento me encontraba en mi subconsciente, o al menos eso es lo que pienso y la vez anterior que estuve aquí era un mundo de oscuridad donde me enfrenté a mi conciencia culpable por haber asesinado a los soldados que nos perseguían.

"¿Ahora por qué estoy aquí?" no podía pensar en ninguna razón por la que me viera arrastrado a mi subconsciente en este momento. No he tenido pesadillas de ningún tipo, y he podido dormir perfectamente bien.

"Si me encuentro aquí supongo que caí inconsciente, ¿eso es algo bueno o malo en este momento?" No puedo recordar si era algo peligroso o no el hecho de haber quedado inconsciente tras beber el Agua Ultra Divina.

"Pero supongo que si estoy aquí es que todavía estoy con vida" Pero, ¿Cuándo podre salir de aquí o como lo hare?

Esta vez no hay nada más aquí, la última vez me tuve que enfrentar a mí mismo contra mi conciencia culpable.

En cambio, en este lugar estoy solo y no parece haber nada ni nadie asi que no tengo idea de por qué me vi arrastrado aquí.

"¿Pero ahora?"

Justo cuando dije eso un rugido se escuchó desde el cielo y una sombra oscura se vio proyectada sobre mi cabeza.

Con urgencia puse fuerza en mis piernas y con un gran impulso salí volando de este lugar alejándome para ponerme a salvo.

Cuando lo que sea que caía desde lo alto del cielo impacto en el suelo reseco todo tembló y el suelo se hundió y agrieto.

Cuando me voltee para ver qué fue lo que casi me aplasta me quede mudo y mi cuerpo quedo de piedra.

Frente a mis ojos había una gran bestia que debía medir alrededor de 15 metros de altura, cubierta de vello negro, ojos rojos y colmillos afilados se podían ver a través de su hocico entre abierto.

Frente a mí se encontraba un Ozaru.

Aunque no se veía diferente a como me imaginaba que se vería un Ozaru en la vida real, y sinceramente no podía ver ningún rasgo especial en él.

Pero aun así pude reconocerlo.

"Si no pudiera reconocerme a mí mismo sería extraño"

El Destino Alterado: Una Nueva HistoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora