El río se abre camino, busco la forma más rápida para rodearlo, ya que los aullidos se escuchan cada vez más cerca, las manos las poso en mi vientre intentando encontrar una salida.
El viento cambia de dirección y unas alas negras se hacen camino, posando sus cascos en la nieve.
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El majestuoso corcel negro me ofrece una reverencia y mi estado de sorpresa se desvanece al escuchar caballos y gritos exclamando mi nombre muy cerca.
Recojo mi capa y me monto en el lomo del Corcel alado, emprendiendo la despegada.
- ¡LAILAA! - El potente grito de Leo me hace voltear y veo al nombrado con Sam, y un hermoso lobo que se que es Donovan, una lágrima sale de mi ojo cuando tomo el grin del Corcel y despegamos rumbo al Norte.
Sus rostros a la lejanía se hacen más pequeños, pero aún se encuentra grabado en mi memoria las caras de decepción y sufrimiento de los tres.
Las nubes nos rodean y puedo tocar el cielo por primera vez, me retiro mi capa antes que el viento me pueda tumbar, el aire frío impacta en mi rostro, sacándome una sonrisa triste y melancólica, acabo de dejarlos pero la visión de hace dos noches me señala que vaya a esas tierras.
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