Cae en mis brazos inconsciente con signos de hipotermia, la arropo más y la cargo contra mi pecho. Camino hundiéndome en la nieve con dirección al Castillo.
Al llegar los guardias rápidamente me abren las puertas.
- Don - Me colocan una capa para cubrir mi desnudez.
- Sam, Leo hay que preparar un baño caliente - Caminamos con paso firme al dormitorio y le preparamos un baño caliente.
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- ¿Te vió? No es así - Murmura Sam mientras me sumerjo en el agua junto a Laila, ella reposa inconciente en mi pecho.
- Si, fue inevitable - Digo acariciando su espalda suavemente para proporcionarle más calor.
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- Dinos quienes fueron los causantes de esto - Exige Leo con los nudillos apretados.
- Las antiguas leyendas de este Reino relatan que las sociedades bautizaban a los extranjeros con nieve, los dejaban a su suerte en medio del bosque helado, los lobos acababan con ellos en unas cuantas horas - Digo mientras lavo la larga cabellera de Laila.
- Les cortaremos la cabeza - Murmura Leo.
- No es tan fácil dar con la sociedad, es secreta y se ha mantenido por siglos - Digo con evidente enojo en mi voz.
- Entonces por esto ¿ella será reconocida entre los tuyos Donovan? - Sam se sienta en el borde y recibe el cuerpo de Laila el cual va tomando color, y dejando atrás el color morado.
- Con esto será más que respetada - Digo saliendo también de la tina humeante.
