Donovan en medio de su lujuria se convirtió en lobo, y con su cuerpo rodeó a nuestra Reina, con el objetivo de marcar el territorio.
- Calma - Con mi mano voy arrodillándome mostrándole sumisión. Laila permanece acostada con sus ojos cerrados, y un Donovan aún en su forma de lobo adopta una postura de querer acompañarla.
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Las horas pasan y ellos están sumidos en un sueño profundo, Sam y yo no abandonamos la habitación y estamos alertas por cualquier cambio. La luna siempre a sido la debilidad de Don, en su juventud y ahora de hombre, largas fueron las noches que debíamos encerrarlo en una habitación del Castillo diseñada para contener la ira y la destrucción que ocasionaba su estado animal, los instintos tan primitivos de salir y enfrentarse a todo y todos, arrazarlos.
Al ver a nuestra Reina, recuerdo aquel día tan blanco, la nieve caía y estábamos los tres en este Castillo.
Con Don irritado por la luna nueva, lo encerramos antes de tiempo en la habitación y por ello huyó de esas cuatro paredes adentrándose al bosque intersectando en su camino a los Reyes del Reino de Plata no sabemos cómo Don actuó en ese momento, ya que la conexión de Hombre y Lobo no comparten recuerdos.
En ese momento llegamos al carruaje volcado y los soldados degollados estaban esparcidos, aunque habían huellas de Don en el lugar, no pudimos saber con seguridad si la bestia cobró vidas inocentes.
