Salir con Dalila era divertido para Logan, pero era cuando llegaba la hora de dejarla en casa que las cosas se tornaban un poco extrañas.
—¿No quieres pasar? Puedes quedarte a dormir si quieres. —Le decía ella siempre, tal vez las palabras cambiaban, pero en esencia siempre era lo mismo. Lo que nunca cambiaba, era la insinuación que le arrojaba, que hacía obvio que no lo invitaba para dormir: ella meneaba suavemente las caderas, sacudía su largo cabello y, finalmente, se mordía el labio inferior, como haciéndole una invitación a besarla.
—No, descuida. —Y él siempre se negaba con suavidad y elegancia, porque sabía que si se quedaba, terminaría arrancándole la ropa y todo acabaría.
Pero, ¿Qué acabaría realmente? ¿Había algo entre ellos dos? Habían tenido citas que para Logan eran más agradables de lo que había sido cualquier encuentro desde la muerte de Maya, le daba a Dalila castos besos en la mejilla cuando la saludaba y se despedía, le deseaba buen día, le escribía a diario e incluso la llamaba, pero, más allá de eso, no es que exisitiera entre los dos algo formal o algo que se pudiera borrar en el momento que sus cuerpos comenzaran "el acto más ancestral".
Logan era consciente de que Dalila quería, de que lo deseaba; era una dama y le gustaba ser cortejada durante el día, pero en la noche era una mujer de apetitos comunes y él no era tan tonto como para no notar su propio atractivo físico y sexual, sabía que era atrayente para una gran cantidad de mujeres e incluso hombres corrían tras sus pasos, pero seguía habiendo en él algo que le impedía solo tomar lo que quiso inicialmente de Dalila y marcharse como ya había hecho.
¿Qué le pasaba? No lo entendía porque la verdad era que Dalila era perfecta: las rubias de ojos azules no abundaban en el mundo, eran rasgos fascinantes y atractivos solo porque estaban en vía de extinción y Logan llegó al punto de creer que la única rubia de ojos azules que no había pasado por su cama que quedaba era Rebekah Mikaelson y la única razón por la cual no lo intentaba impulsado por su precario estado de salud mental y emocional era porque esa mujer era una especie de tía política para él.
Tal vez si dejaba de llamar a Kailan "tía" por un par de días... ¡No! ¿Qué le pasaba? Estaba perdiendo la cabeza ¿En serio estaba pensando en darse una oportunidad con Rebekah solo para no tocar a Dalila siendo que ella parecía bien lista y dispuesta a recibirlo en su dormitorio?
El pensamiento le dio una buena idea a fin de cuentas, así que tomó su teléfono, el cual estaba abandonado sobre la mesita de noche junto a su cama temporal y marcó el número de su tía, esperando que no estuviera en la casa Mikaelson para que así Skylar no se fuera a enterar de que llamó, mucho menos quería que se enterara del tema que quería discutir.
—Aw, miren quién decidió aparecer. —La voz ligeramente ronca de su tía Kailan lo hizo rodar los ojos por lo irritante de su broma. —¿En qué parte del planeta estás? No me digas que estás en Egipto porque no te quiero ver, sobrinito.
—No estoy en Egipto. —En teoría estaban cerca, pero de Egipto a Libano había un trecho considerable que no creía que su tía pudiera sobrepasar. —¿Estás sola?
—Si preguntas eso quiere decír que la conversación estará buena. —Kailan dejó el teléfono sobre una base para que no se cayera y así la cámara apuntara a ella en todo momento, se alejó un par de pasos y se recostó sobre un diván tan blanco que constrastaba con la lencería negra que usaba, la cual era un vestido corto rematado con una bata de encaje que llegaba hasta cubrirle los pies, incluso algunos delicados tirantes le caían por los lados, haciéndola lucír demasiado sensual para una charla con su sobrino, pero así era Kailan. —Tienes suerte de que Rebekah llevara a la niña por un helado y que en esta parte del mundo no sean tan fáciles de conseguir. —Para rematar la apariencia que tenía, tomó una copa de vino y le dio un pequeño trago. —A ver, ¿Qué ocurre?
ESTÁS LEYENDO
Venom {Logan & Skylar}
Fanfiction◤Toda su vida, Logan ha tenido la misma misión: proteger a su hermana de todo mal. Siendo hermanos mellizos, la diferencia de edad eran solo cinco minutos, sin embargo, él era el mayor y siempre se creyó el más fuerte, además, las últimas palabras d...