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Skylar dejó caer la caja repleta de invitaciones ante Klaus y Elijah. Klaus solo se llevó su taza de té a los labios, Elijah hizo una mueca y pensó en todas las formas posibles que tenía para torturar al mensajero por ser un lento.

—Creí haber sido lo suficientemente clara. —Recriminó Skylar tomando la primera invitación que se asomó por la caja y les mostró el nombre del destinatario marcado en imprenta negra que resaltaba sobre el elegante tono crema. —¿No les dije que nada de brujas del barrio francés en la fiesta de Ryan?

—Más que una fiesta, será una cena para llegar a un acuerdo con las brujas. —Y en cuanto Elijah terminó de decir eso, Skylar le arrojó a la cara un cuchillo que él detuvo facilmente antes de que lo tocara, él sonrió porque no notó donde lo tenía escondido y le gustaba tener a su chica fuerte a pesar de que le lanzara armas. —Pedacito de cielo, es solo una cena formal, no tiene importancia más allá de la política. —Trató de defender la idea que a todo mundo menos a Skylar le gustó.

—Y al día siguiente le haremos la fiesta que quieres con inflable de dinosaurio y todo. —Klaus también fue atacado, pero con una daga que detuvo atrapándola con la mano a centimetros de su nariz. —Amor, tienes que... —Se calló cuando le lanzó otra daga y la tuvo que atrapar con la mano libre. —Es... —Y le lanzó otra. —Ryan... —Otra más y a duras penas logró atraparla. —¡Ya, en serio! ¿Dónde te las escondes? —Gritó desesperado, a lo que Elijah se rió, risa que duró hasta que su esposa le tiró una daga. —¿Ya terminaste con el berrinche de niña pequeña?

—Las niñas pequeñas no tienen dagas. —A los dos hermanos originales les dio un poco de paz ver como ella enderezaba la espalda y cruzaba los brazos, colocando ambas manos bajo las axilas, donde era poco probable que tuviera más armas. —Ahora, volviendo al compleaños de mi bebé...

—Tu bebé es un brujo de New Orleans, de una familia que fue exageradamente respetada y aún lo sigue siendo a pesar de que el único brujo que les queda es él. —Interrumpió Klaus y ninguno pensó en el hecho de que ya nadie veía a Ryan como el hijo de Logan, él ya era otro bebé de Elijah y Skylar, el "tu bebé" simple de Klaus era otra confirmación. —Skylar, lo que menos necesitamos es una guerra con los aquelarres.

—¿Cuando te volviste tan aburrido? ¡Yo si quiero guerra! —Chilló la pelirroja en forma demasiado dramática. —¿No recuerdas lo bonito que era bañarse en la sangre de las brujas del barrio francés? ¿Hacer alboroto en El Caldero? —Skylar sonrió al notar que Klaus se lo estaba pensando. —Vamos, Nik, sé que no quieres paz. El pacifista es mi esposo, ¡Tú eres el divertido!

Pedacito de cielo... —Elijah se levantó de su silla y se acercó a Skylar, acomodando en el proceso los bordes de su abrigo de vestir por acto reflejo. —Sé que quieres venganza, eres la mejor en ello, sin embargo, una guerra con los aquelarres no es lo mejor si tomamos en cuenta que esta casa está repleta de niños pequeños. 

—Elijah, aún soy inmune a la magia de las brujas. —Skylar levantó las manos para apartar a su esposo, porque sabía que si la seguía viendo con esa intensidad terminaría cediendo. —Solo dame veinte minutos con un par de ellas y llegaremos a un acuerdo no pacífico.

—Aunque me encantan esos acuerdos, lamento decir que esta vez estoy de acuerdo con Elijah. —Klaus también se levantó y en ese momento eran los dos contra Skylar, aunque, curiosamente, eran los dos originales quienes le tenían miedo a ella. —Trato de verlo para proteger a Henrik, a Ethan y Raven, incluso al mismo Ryan.

—Yo puedo protegerlos. —Le gustaba creer que no se había ablandado a pesar de cargar una pañalera, le gustaba creer que aún era letal y que podía proteger a sus bebés. —No quiero brujas bajo mi techo.

Venom {Logan & Skylar}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora