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Capitulo diecinueve: Eres mi esperanza.

Habían pasado tres días desde que coronaron a Aegon, días en los que su madre trato de arrastrarla al consejo.

"Como su esposa debes apoyar a tu hermano y Rey" Helaena niega, sabe que su madre solo busca a Dreamfyre.

Jamás se le pasó por la mente hacer a su dragona un arma de guerra, menos con otros dragones que son el símbolo de su Casa y de lo que representan, no le va dar más poder a su madre, del que está asumió que tiene.

Confinada a sus aposentos por decisión propia, se encuentra junto a sus hijos, teme que en algún momento la princesa Rhaenys o el príncipe Daemon, lleguen a la fortaleza montados en dragones y amenacen a todos por la osadía, sus pensamientos son justificados, pues ella haría lo mismo si alguien tratara o amenazara la vida de sus hijos. Además de que ambos tienen un carácter de temer.

Hace tan solo unas horas Aemond la había dejado sola en la fortaleza, partiendo a Strom's end con la misión de conseguir aliados, siendo los que estaban relativamente más cerca. Su hermano menor si había participado o mejor dicho su abuelo le había contado algunas cosas que iban hacer, y para ello utilizarían a Aemond y Vhagar como distracción.

Helaena había puesto toda su esperanza en su hermano, en que haría lo correcto para liberarla a ella de ese castillo que se madre convirtió en prisión.

No permitía que sus hijos salgan, después de haber visto a los cadáveres colgando dentro de la fortaleza, Helaena quería mantenerlos seguros y con la inocencia intacta, ella misma desearía no haberlos visto.

Fue después de la coronación, su madre la llevó al castillo y le mostró los cadáveres colgando.

"Este es el precio de la traición" le dijo ", eso va pasar contigo y tus hijos, si no peleas a nuestro lado. Como tu familia." Helaena quiso decir que ese en realidad era el precio por su ambición y su cobardía todo por no desear que Rhaenyra se entere de la verdad.

"Me pregunto madre" Soltó en voz baja "si estarías pidiéndome lo mismo si, yo no fuera esposa de Aegon o si no tuviera dragón." Su madre la miró con furia, pero ahora que la había declarado reina, no podía ponerle una mano encima.

Será su madre, pero los guardias reales solo protegen a los reyes y ella solo era una reina viuda que ya no tenía valor para el reino, era duro y cruel pero es el destino que le espera a toda mujer que tiene hijos sin herencia. Por eso su madre usurpó el trono, por el poder que podrían darle ellos ahora que su padre se había ido.

Y ella estaba muy nerviosa por esa perspectiva, no quería que sus hijos corrieran peligro por culpa de su madre. Pero dragonpit estaba lejos de su alcance, solo deseaba que Aemond regrese pronto.

*****

En Dragonstone el ambiente se había tornado sombrío, su madre y Daemon estaban destrozados, mirando la pira fúnebre arder en llamas, Caraxes y Syrax estaban volando sobre ellos, todos estaban reunidos en silencio, la malas noticias los habían dejado con tristeza y amargura.

Pero no todo fue malo, ya tenían una parte de un plan, aunque estaban en desventaja de días. Los guardias levantaron sus espadas contra uno de los gemelos Cargyll, hasta que este se arrodilló y mostró la corona del rey Viserys, jurando su lealtad a Rhaenyra Targaryen como su única Reina.

Lo que fue una despedida, acaba en una coronación, donde todos se arrodillan ante su madre.

Es entonces que los planes continúan esta vez con su madre sentada a la cabeza de la Mesa Pintada.

"Su planean buscar aliados en Strom's end deberíamos ir allí" dice la princesa Rhaenys "Borros es mi primo, le recordaremos que no hay traición entre familia."