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Un escalofrió recorre por completo mi cuerpo y la piel se me pone de gallina. «Soy Luhan» vuelvo a leer en la pantalla de mi computadora y la angustia se apodera de mi pecho mientras una mueca de desagrado se dibuja en mi rostro. Me estaba molestando.
La persona al otro lado de la pantalla quiere tomarme el pelo. De seguro me estaba jugando una broma. Una mala, pésima broma que no me hacía gracia ninguna.
¿Por qué la gente seguía jugando con aquella historia? ¿Por qué no los dejaban en paz?, y sobre todo, ¿Por qué esa persona se estaba haciendo pasar por él? Se estaba haciendo pasar por Luhan. Por mi Luhan.

Cuando tenía la edad de diez años, mis padres se divorciaron y me vi en la obligación de mudarme con mamá a una nueva ciudad y claro, nueva ciudad significaba: nueva escuela, nuevos amigos, nueva vida. Al principio lo odiaba, yo siendo una niña-adolecente, tenía mi vida formada en mi antigua ciudad y la mudanza significo comenzar todo de nuevo. Los primeros tiempos fueron duros, me había convertido en una chica retraída y solitaria debido a que no podía superar la separación de mis padres y me costaba integrarme al resto, pero todo eso cambio cuando conocí a dos increíbles personas, Sehun y Yixing.
Eran mis compañeros de grado y ellos fueron los primeros amigos que hice aquí. Éramos muy unidos, hacíamos todo juntos e incluso pasar nuestras vacaciones de verano. Los chicos solían ir a un campamento de verano cada año a pasar sus vacaciones y yo conseguí que al segundo año mi madre me inscribiera y pudiera asistir con ellos. Fue allí entonces cuando lo conocí a él, a Luhan.
Luhan era el hermano mayor de Sehun. Ambos, físicamente eran muy parecidos, ya que Sehun era solo dos años menor que él y su estatura era la misma, al igual que su contextura. Eran casi iguales, sus rasgos, facciones y gestos eran idénticos. Quien no los conocía podía pensar que eran mellizos. Pero sólo se parecían físicamente, ya que sus personalidades eran totalmente distintas. Ellos eran como el yin-yang. Sehun era una persona seria, tranquila, reservada que vivía en su propio y extraño mundo. Y Luhan, él era carismático, risueño, divertido, atlético, inteligente. El numero uno de su clase, el capitán del equipo de futbol, el hijo ejemplar, presidente del grupo estudiantil y futuro abogado. Para mí, Luhan era como un ángel. Era el chico perfecto, el cual me gusto a primera vista y a medida que lo conocí termino por enamorarme.
Debido a eso, cada año esperaba a que se terminaran las clases y comenzaran las vacaciones de verano para así poder pasar dos maravillosos meses junto a él, junto a Luhan. Pero, esas maravillosas vacaciones solo duraron dos años más, ya que al tercer año, cuando estaba a punto de cumplir mis quince años, mi madre me lo prohibió. Por más que le rogué y suplique que me dejase asistir al campamento no me lo permitió. Dijo que una jovencita de quince años no debía estar en un lugar donde la mayoría de las personas eran adolecentes hormonales y por eso, aquel año mis vacaciones las pasaría con ella. Recuerdo también que ese año Yixing tampoco asistió al campamento, y no lo vi durante todo el verano.
Luhan y Sehun asistieron de todas formas, sus padres los enviaban allí porque ellos trabajaban y a pesar de que ambos eran buenos hijos y responsables, no querían correr riesgos de dejarlos solos en casa. Preferían que fueran al campamento, donde iban a estar bien y disfrutaran de sus vacaciones. Lamentablemente, eso no ocurrió aquel año.
El verano de 2005, cuando Luhan y Sehun se fueron al campamento fue también la última vez que se les vio y supo de ellos. Desaparecieron y nadie nunca más los volvió a ver. Nadie sabe que paso con ellos. Nadie sabe nada y a medida que los años avanzaron, la policía dejo de buscarlos y todos comenzamos a pensar lo peor, que habían muerto... hasta hoy.

Cierro mis ojos y toma una gran bocanada de aire para así animarme a escribir nuevamente. Aprieto las teclas con fuerza y brusquedad. Escribo rápido. Me siento muy molesta.

"No estoy para bromas"
"Si quieres molestar a alguien te has equivocado de persona" - envío. Eso debió ser lo ultimo para termina y largarme, pero no. Me mantengo ahí esperando una respuesta. Respuesta que no tardo en llegar.

EL REGRESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora