El Impostor (Male Reader X Mikey)

El Sacrificio de la Confianza (30)

Caminábamos tomados de la mano por las calles de Shibuya, mientras una suave brisa invernal acariciaba nuestros rostros. El frío se hacía presente, y las calles estaban cubiertas de una fina capa de nieve blanca y brillante. Cada paso que dábamos dejaba huellas en el suelo, marcando nuestro camino en medio de la belleza invernal.

Mikey rompió el silencio con una pregunta que me hizo reflexionar.
-___, ¿vas a pasar la Navidad con tu familia?-me preguntó, su voz llena de curiosidad y ternura. Dirigí mi mirada hacia él, encontrando su mirada cálida y expectante.

-¿Con mi familia?- repetí, desviando mi mirada por un momento antes de volver a mirar a Mikey. Su asentimiento confirmó mi pregunta. Me tomé un momento para reflexionar, recordando que desde que era niño no había pasado la Navidad con mi familia. Para mí, no era una fecha importante. Incluso cuando Eliot nació, no pasé la Navidad con ellos. Casi siempre la pasaba con mis amigos o solo en mi departamento. Me había acostumbrado a pasar la Navidad sin nadie a mi alrededor.

-No, no creo que me necesiten para pasar la Navidad-respondí con un tono despreocupado y aburrido, ocultando las emociones que surgían en mi interior. La verdad era que la Navidad no tenía un significado especial para mí, pero en el fondo, anhelaba tener una experiencia diferente este año.

La emoción brillaba en los ojos de Mikey mientras me hacía la invitación.
-Entonces, ¿quieres venir a mi casa y pasarla juntos?-me preguntó. Sus ojos transmitían una chispa de ilusión y alegría que me cautivó al instante.

Miré a Mikey, preocupado de que mi presencia pudiera resultar incómoda para su familia.

-¿No será incómodo para tu familia que esté allí?-pregunté, buscando asegurarme de que no causaría ninguna molestia.

-No, Draken también estará allí, y los amigos de Shinichiro van todos los años- respondió Mikey con una sonrisa, mirándome con ternura.-Además, me encantaría que vinieras.

Sus palabras me llenaron de calidez y aceptación. Sonreí y lo miré directamente a los ojos. -Entonces, estaré allí- afirmé, dejando que la emoción se reflejara en mi rostro.

Mikey extendió su dedo meñique hacia mí, y supe que estábamos sellando una promesa. -¿Lo prometes?-preguntó, esperando mi respuesta.

-Lo prometo-respondí, entrelazando mi meñique con el suyo, simbolizando nuestra promesa mutua.

Mientras continuábamos caminando, pensé en cómo hacer de la cena de Navidad un momento especial.
-¿Hay algo que le guste a todos? Podría llevarlo- sugerí, buscando una forma de contribuir a la celebración.

-Mmm, no estoy seguro, pero Navidad es pasado mañana, así que puedo preguntar- respondió Mikey mientras seguíamos caminando juntos, nuestras manos entrelazadas.

-Avísame en cuanto sepas- le pedí, apretando suavemente la mano de Mikey que estaba unida a la mía, transmitiéndole mi interés y apoyo.

-De acuerdo, ___.¿Qué te parece si antes de la cena de Navidad damos un paseo en nuestras motocicletas?-propuso Mikey, mirándome con entusiasmo.

-¿No sería mejor una carrera?- respondí con una sonrisa traviesa en mi rostro, disfrutando de la idea de una competencia amistosa.

-¡Me leíste la mente!- exclamó Mikey emocionado, su sonrisa ampliándose aún más.

Después de hablar sobre cosas triviales, continuamos caminando juntos, disfrutando de la compañía mutua mientras nos adentrábamos en la magia de la Navidad.

Al día siguiente:

Me encontraba en una de las reuniones de Toman. El frío del invierno se hacía presente, y todos estábamos abrigados para protegernos del clima. Mikey me había comentado antes de la reunión que tendría que irse una vez que terminara, ya que su abuelo quería hablar con él. Respecto a que a qué pasaba muy poco tiempo en casa, descuidando algunas de sus responsabilidades. Le dije que iría a su casa después de la reunión, porque quería hablar un poco con Baji.