Roppongi (2)

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Me encontraba sentado en una de las bancas del parque Aoyama, sumido en un silencio reconfortante. El aire frío de la noche acariciaba mi rostro, enviando un escalofrío a través de mi cuerpo. Mientras contemplaba el cielo nocturno, lleno de estrellas brillantes y una luna creciente, sentía una sensación de paz y tranquilidad.

A mi lado, Jake se mantenía de pie, vigilante y alerta. Su presencia imponente y serena transmitía una sensación de seguridad. A nuestro alrededor, los miembros de la Tokyo Manji Gang yacían inconscientes, evidencia de la batalla que se había librado. El parque estaba envuelto en un silencio inquietante, interrumpido solo por el susurro del viento entre los árboles.

-Creí que los miembros de la Toman serían más fuertes -pronuncié, dejando escapar un suspiro de cansancio y aburrimiento. La decepción se reflejaba en mis palabras, aunque sabía que cada uno había dado lo mejor de sí en la defensa de su territorio.

-Para ser solo subordinados, pelearon bien y defendieron su territorio de manera admirable -respondió Jake, hablando con admiración en su voz. Jake es alguien humilde y respetuoso, nunca menospreciaba a nadie, a pesar de su propia fuerza y habilidades.

-Supongo que confían mucho en sí mismos -murmuré, recostándome en la banca y dejando que mi cabeza se inclinara hacia atrás. La quietud del parque me envolvía, permitiéndome reflexionar sobre los eventos recientes.

-No solo eso, sino que también confían en que alguien vendrá en su ayuda -añadió Jake, con una calma que parecía indicar que no le preocupaba el resultado final. Su confianza en el apoyo que recibirían era evidente.

Dejé de hablar y me sumergí en la contemplación del cielo nocturno, maravillándome ante su belleza. Sin embargo, algo llamó mi atención, interrumpiendo el silencio de la noche. El sonido de motocicletas se acercaba, rompiendo la calma con su ruido estridente. No sabía cuántas eran, pero su presencia era molesta e inquietante. Sin dudarlo, tomé mi máscara y me la coloqué, preparándome para lo que vendría. Lo más probable es que fueran más subordinados de la Toman, listos para enfrentar cualquier desafío que se les presentara.

-Asher -llamó mi atención, haciendo que me enderezara y mirara hacia adelante.

Frente a mí, se encontraban tres chicos. Uno de ellos era alto, con trenzas y vestía un uniforme similar al de la Toman, pero en color blanco. A su lado, otro chico con el mismo uniforme llevaba lentes, y su cabello rubio estaba adornado con mechones azules. El último llevaba el uniforme de la Toman, pero no reconocía quiénes eran. Sin embargo, sentía curiosidad por ellos.

-¿Quiénes son ustedes? -pregunté en voz alta, lo suficiente para que los tres pudieran escucharme a pesar de la distancia que nos separaba.

-¿Invades nuestro territorio sin siquiera saber quiénes somos? -respondió el chico alto de trenzas, con un tono molesto y desafiante.

-Son los hermanos Haitani -intervino Jake, pronunciando sus palabras lo suficientemente fuerte como para que los chicos frente a nosotros también pudieran escucharlo.

-Así que al menos tu subordinado sabe quiénes somos, líder de Black Shadow... ¿O prefieres que te llame Sombra? -me miró el chico alto con desprecio y superioridad, dos cosas que odiaba profundamente, y más aún ese maldito apodo.

-Claro que sabe quiénes son. Es su deber aprender todo acerca de las pandillas, incluyendo el nombre de aquellos sin importancia -respondí, levantándome de la banca con determinación, listo para iniciar una pelea si era necesario.

-El alto de trenzas es Ran Haitani, y el de los lentes es Rindou Haitani. El otro chico debe ser solo un subordinado cualquiera. Ten cuidado con Ran, utiliza armas para pelear -me informó Jake en un tono lo suficientemente bajo como para que solo yo pudiera escucharlo.

-¿Quieres que...? -interrumpí a Jake antes de que pudiera terminar su frase.

-No, no quiero que intervengas, pase lo que pase -respondí, mirando de reojo a Jake, esperando que respetara mi orden.

-Como digas, Comandante -Jake hizo una leve reverencia y luego se sentó en la banca, preparado para observar la pelea.

Sin perder un segundo, corrí hacia los hermanos Haitani. Lancé una patada en dirección a la cabeza de Ran, pero antes de que mi golpe pudiera alcanzar su rostro, Rin me tackleó, tirándome al suelo. Se sentó sobre mi abdomen e intentó golpear mi rostro, pero mi máscara lo protegía por completo. Con un rápido movimiento, me quité de encima a Rin de un golpe, liberándome de su agarre. Sin embargo, en ese momento, su hermano Ran me atacó con un bastón de metal. Logré sujetar su arma con una mano y lo jalé, haciendo que perdiera el equilibrio y cayera al suelo. Aproveché la oportunidad para golpearlo en el rostro, pero la victoria fue momentánea.

De repente, tuve que esquivar una patada que se dirigía hacia mi cabeza. Rin había retomado el ataque, y así continuamos, intercambiando golpes, patadas y algunas llaves. Parecía que la pelea no tenía fin. Justo cuando creí haber ganado la ventaja, sentí un fuerte golpe en la nuca que me hizo caer al suelo. Ran me había atacado por la espalda con su bastón. Caí de cara al suelo y me quedé allí, escuchando un fuerte zumbido en mis oídos. Me sentía mareado y notaba un líquido caliente que se expandía por mi cabeza.

Narrador:

Los hermanos Haitani se pusieron de pie, sus cuerpos adoloridos y cansados por la pelea anterior. Sus rostros mostraban los golpes que habían recibido, y sus uniformes estaban sucios y desaliñados. A pesar de todo, dirigieron su mirada hacia el Sub Comandante de Black Shadow, quien permanecía sentado en una banca del parque, aparentemente imperturbable. No parecía importarle ver a su comandante tirado en el suelo, ya que lo observaba con indiferencia.

-Llaman a tu comandante un monstruo de las peleas, pero eso es porque solo se había enfrentado a los débiles de Shinjuku -pronunció Ran con una sonrisa arrogante en su rostro, mientras fijaba su mirada en el Sub Comandante de Black Shadow.

-¿En serio creen eso? -Jake esbozó una sonrisa cínica y miró fijamente a los hermanos Haitani.

Ambos hermanos no comprendían la actitud desafiante de aquel chico frente a ellos, hasta qué...

-¡¡¡Cuidado!!! -el grito desesperado del subordinado que los había acompañado previamente alertó a los hermanos Haitani, haciéndolos girar rápidamente.

Sin embargo, antes de que pudieran reaccionar, Ran recibió una patada en la cabeza que lo dejó inconsciente en el suelo. Rin intentó golpear al Comandante de Black Shadow, pero recibió un rodillazo en el estómago que lo dejó sin aire. Luego, un golpe preciso en la nuca lo dejó también inconsciente, poniendo fin a la pelea y declarando la victoria de Black Shadow.

El Comandante de Black Shadow dirigió su mirada hacia el último miembro de la Toman que aún estaba de pie. El chico tembló ante la imponente mirada del líder de Black Shadow, sintiendo el peso de su autoridad.

-Avísale a tu comandante sobre esta pelea y dile que se prepare, porque ahora me dirijo a Shibuya -dijo el Comandante con voz firme y amenazadora.

El chico asintió rápidamente, confirmando que había entendido la advertencia, y luego salió corriendo lejos del lugar. Jake se acercó a su Comandante para hablar en un tono tranquilo.

-Mientras peleabas, los capitanes de nuestra pandilla se reportaron. Han acabado con todos los miembros de la Toman que encontraron. Roppongi ahora te pertenece. Te llevaré al hospital, el golpe que recibiste en la cabeza parece ser grave. Vámonos -dijo Jake, caminando hacia su comandante y ofreciéndole su brazo para ayudarlo a caminar.

-Creí que saldría ileso, pero parece que me equivoqué. Tendré que tener más cuidado cada vez que me enfrenté a un miembro de la Toman -dijo el Comandante de Black Shadow, mirando a Jake, quien asintió en silencio. Juntos, comenzaron a caminar para abandonar Roppongi.
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Bueno hasta aquí el capítulo de hoy perdón por las faltas de ortografía y si la narración no están buena, pero es el primer fanfic que escribo y si tienen alguna sugerencia déjenla en sus comentarios y un me gusta gracias por leer. :)

El Impostor (Male Reader X Mikey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora