Toman (6)

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Estaba en un auto el cual conocía bastante bien. Me sentía cómodo y tranquilo, disfrutando del paseo. La lluvia caía con fuerza, creando un ambiente íntimo y acogedor dentro del vehículo.

-¿Te gustó el zoológico, ___? -Ella me miró y sonrió, luego volvió su atención al camino, esforzándose por ver a través del parabrisas empañado por la lluvia.

-Sí, me gustó mucho -Sonreí y abracé con cariño mi peluche de león, sintiendo su suavidad bajo mis manos.

-Qué bueno. La lluvia está muy fuerte, apenas logro ver el camino -Se inclinó hacia adelante, tratando de tener una mejor visión. -___, ¿te gusta la lluvia?

-Sí, me encanta -Miré hacia el frente, aunque la visibilidad era limitada debido a la lluvia torrencial.

-A mí también me gusta la lluvia. Me parece relajante y hermosa, a pesar de que a muchas personas no les gusta. -Ella sonrió y siguió conduciendo. -¡___!

***

-Era solo un sueño.-De repente, todo se desvaneció. Me desperté de golpe, sentándome en el sillón y cubriendo mi rostro con las manos.-Maldición.

Aunque había dormido toda la noche, aún me sentía cansado. Revisé mi teléfono y vi un mensaje de Mikey, indicándome el lugar y la hora para encontrarnos con los demás capitanes de la Toman. Me levanté del sillón y seguí mi rutina matutina. Después de terminar, tomé las llaves de mi motocicleta y me dirigí al hospital en Shinjuku. Entré y fui directamente a la habitación habitual.

-Sigues dormido -Caminé hasta la silla al lado de su cama. -Creo que le agrado al Comandante de Toman. Hoy me presentará a los capitanes de su pandilla, así que trataré de ganármelos para obtener la información que necesito. -Lo miré con desinterés. Aunque era aburrido hablar solo, también resultaba relajante.Asi que decidí quedarme un rato más en el hospital.

Después de llegar al lugar que Mikey me había indicado, estacioné mi motocicleta y entré al restaurante. Busqué a Mikey con la mirada, tratando de ubicarlo entre las mesas llenas de personas.

-¡___! -Escuché una voz alegre y algo infantil, y dirigí mi mirada hacia ella. Allí estaba Mikey, sentado en una mesa al fondo del restaurante, acompañado por un chico rubio. Caminé hacia ellos, sintiendo el ambiente animado del lugar.

-Hola, Comandante -Hice una pequeña reverencia hacia Mikey antes de sentarme a su lado, notando su expresión llena de alegría y emoción.

-___, no me llames Comandante, solo dime Mikey -Mikey me miró con ternura y hizo un puchero, buscando una conexión más cercana entre nosotros.

-Está bien, Mikey-kun -Le sonreí de manera comprensiva, entendiendo su deseo de tener un trato más amigable. Luego, dirigí mi mirada hacia el chico rubio que estaba sentado frente a mí.

-Eh, ¿Mikey? -El chico rubio llamó la atención de Mikey, quien estaba disfrutando de un dorayaki. -¿No vas a presentarnos?

-¿Ah? Sí, Takemichi, él es ___, el nuevo integrante de Toman. ___, él es Takemichi, el Presidente Interino de Toman -Mikey nos presentó, y luego continuó comiendo con entusiasmo.

-Es un placer, Presidente Interino -Extendí mi mano de forma amistosa hacia Takemichi, mostrando respeto y camaradería. Sonreí de manera cálida, transmitiendo mi buena disposición.

-E-El placer es mío -Takemichi tomó mi mano, aunque parecía un poco nervioso. -Disculpa la pregunta, pero ¿ya nos habíamos visto antes? -Takemichi me miró con curiosidad, buscando algún indicio de familiaridad entre nosotros.

-No, estoy seguro de que lo recordaría -Miré a Takemichi, sin entender del todo su pregunta. La confusión se reflejaba en mi rostro mientras intentaba recordar cualquier encuentro previo.

-Oigan, ¿ya pueden soltarse? -Mikey pronunció esas palabras con un tono serio, su mirada penetrante sobre nosotros. Me di cuenta de que nuestras manos seguían unidas, así que las solté rápidamente.

-Lo siento, Presidente.

-N-No te preocupes, no pasa nada. Por cierto, solo dime Takemichi, no hace falta que seas tan formal -Takemichi sonrió nervioso, tratando de aliviar cualquier tensión que pudiera haber surgido.

-¿Los demás aún no llegan? -Miré a Mikey y a Takemichi, esperando la llegada de los demás miembros de Toman.

-Aún no han llegado, pero no te preocupes, te los presentaremos en cuanto lleguen -Takemichi me miró amablemente y sonrió, transmitiéndome calma.

-De acuerdo -Respondí, asintiendo con la cabeza mientras esperábamos a los demás.

-Hola, hola~ -De repente, un chico de cabello naranja y una sonrisa radiante nos saludó. Detrás de él venía otro chico de cabello azul, cuya expresión parecía estar llena de enojo. Ambos se sentaron en nuestra mesa, uniéndose a nuestra reunión.

-Angry, Smiley, qué bueno que ya llegaron -Takemichi los saludó con entusiasmo, mostrando su alegría por su presencia.

-¿Eh? -El chico de cabello naranja me miró, o al menos eso parecía, antes de esbozar una sonrisa malvada -Tú debes ser ___. Mikey y Baji dicen que eres fuerte. Me gustaría comprobarlo por mí mismo. -Después de decir eso, hizo tronar sus dedos de forma amenazante, llenando el aire con un sonido intimidante.

-Hermano, no deberías amenazar a alguien a quien apenas conoces -El chico de cabello azul, con una expresión de enojo, parecía ser más sensato que su hermano. Sus ojos transmitían una mirada de advertencia, como si tratara de calmar la situación.

-No sé si mi fuerza se compare con la de ustedes, pero si me quieren poner aprueba, estoy de acuerdo -Mantuve una mirada neutral, sin dejarme intimidar por la actitud desafiante de los chicos frente a mí.

-Por cierto, ___, ellos son los gemelos Kawata. Él es Smiley -Takemichi tocó el hombro del chico de cabello naranja, señalándolo con amabilidad. -Y él es Angry -Ahora, Takemichi estaba tocando el hombro del chico de cabello azul, presentándolo también. -Chicos, él es ___.

-Es un placer conocerlos -Respondí con cortesía, saludando a los gemelos Kawata de manera respetuosa.

Después de un tiempo, más miembros de Toman llegaron al lugar. Éramos aproximadamente 21 en total. Me sorprendió descubrir que también había una chica en la pandilla. Pensé que mi pandilla era la única que aceptaba mujeres. Observé a cada miembro de Toman mientras Draken y Takemichi me los presentaban. Cada uno tenía personalidades realmente diferentes y peculiares. Por suerte los Haitani no me reconocieron y algunos miembros de la Toman fueron amables conmigo, mientras que otros parecían querer poner a prueba mi fortaleza. Pasamos el tiempo entre conversaciones, preguntas y demás. Fue una experiencia divertida y, al mismo tiempo, comencé a identificar a quienes podrían ayudarme a obtener la información que buscaba. Sin embargo, sabía que no sería fácil, especialmente con Tetta Kisaki, quien parecía ser una persona difícil de tratar. Por otro lado, Shuji Hanma parecía más accesible.

-Bueno, eso es todo. Aún no tenemos claro qué lugar ocupará ___ en la pandilla, así que por ahora solo se mantendrá bajo las órdenes de Mikey -Draken habló con un tono firme, dando por finalizada la reunión.

Todos comenzaron a levantarse y despedirse. La mayoría se despidió de mí de manera amistosa, mientras que otros simplemente se fueron sin decir mucho. Era comprensible, no a todos les agradaría, pero eso no me importaba mientras pudiera conseguir lo que necesitaba.

-___ -Mikey me llamó, así que me volteé para mirarlo.

-¿Pasa algo, Mikey-kun? -Lo miré y noté que se acercaba un poco a mí, mostrando preocupación en su expresión.

-¿No te agradaron los chicos? -Mikey me miró, y su pregunta me sorprendió un poco. Intenté actuar como si nada pasara, aunque en mi interior sabía que no estaba completamente relajado.

-¿Por qué piensas eso, Mikey-kun? -Le devolví la mirada, curioso por saber a qué se refería.

-Porque me pareció que no te relajaste por completo. Más bien, parecía como si buscaras algo -Mikey me observó por un momento y luego sonrió. -No te preocupes, ___. Les agradarás a todos con el tiempo, así que no estés nervioso, ¿ok?

-Claro, Mikey-kun. Gracias por el consejo -Agradecí sus palabras y luego vi cómo Mikey se alejaba para irse.

Yo, por otro lado, caminé hasta mi motocicleta, la encendí y me dirigí a casa. El sol comenzaba a ponerse y era hora de llamar a mis amigos, entre otras cosas. Sin embargo, no podía dejar de pensar en lo que Mikey me había dicho. Sus palabras resonaban en mi mente, haciéndome reflexionar sobre mi actitud y mis interacciones con los demás en la pandilla.

«Es la primera vez que alguien casi descubre mis verdaderas intenciones»

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Este es el final del Capítulo, perdón por tardarme en publicar, gracias por leer, dejen un me gusta y comenten.

El Impostor (Male Reader X Mikey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora