Narra Mikey:
Habían transcurrido 13 largos años desde aquella noche fatídica en la que ___ perdió la vida. Después de recibir aquel cofre que conocía también departe de Hinata, el cual contenía la carta de ___ donde me pedía perdón y explicaba todo, supe que ya no había esperanza de volver a verlo. Aunque había albergado la esperanza de encontrarme con Eliot, como en la otra línea de tiempo, y cambiar el pasado nuevamente, ese encuentro nunca se materializó. Actualmente, me encontraba en una cafetería, un refugio cálido en medio del invierno implacable, observando el mundo pasar a través de la ventana empañada por el contraste de temperaturas. Era el 24 de diciembre, y la nieve comenzaba a caer suavemente, cubriendo las calles con un manto blanco e inmaculado.
En estas fechas, el recuerdo de ___ se volvía más agudo, más doloroso, como una herida que se niega a cicatrizar. El aire en el interior de la cafetería estaba impregnado del aroma del café recién hecho, una fragancia embriagadora que se mezclaba con el murmullo de las conversaciones de fondo, creando una atmósfera de tranquilidad y nostalgia. Terminé mi taza de café, dejando escapar un suspiro de satisfacción, pagué la cuenta y salí al frío invierno, dejando atrás el calor reconfortante de la cafetería.
Subí a mi motocicleta, sintiendo el frío metal bajo mis dedos enguantados. El aire frío cortaba mi rostro mientras arrancaba el motor, enviando una ráfaga de adrenalina a través de mi cuerpo. A pesar de los años transcurridos, la emoción de montar mi motocicleta nunca se desvaneció, siempre era, como la primera vez, una mezcla de libertad y audacia.
Me detuve en un semáforo, y un hombre en una motocicleta se detuvo a mi lado. Estaba completamente vestido de negro, con una chaqueta, guantes y un casco que cubría completamente su cabeza, ocultando su rostro. Comenzó a hacer rugir el motor de su moto, como si me retara a una carrera. Una sonrisa desafiante se dibujó en mi rostro. Al igual que en la línea de tiempo anterior, yo era un famoso corredor de motocicletas, reconocido por mi habilidad y velocidad.
- ¿Qué tal si apostamos algo de dinero? - le propuse, mirándolo fijamente. El hombre dejó de hacer rugir el motor de su motocicleta, y giró su cabeza hacia mí en silencio. Aunque no podía ver sus ojos a través de la visera negra de su casco, pude sentir su consideración ante mi propuesta. - ¿Diez millones de yenes?
El extraño me miró nuevamente, y tras un breve momento de silencio, asintió con determinación. La nieve comenzó a caer con más intensidad, cubriendo las calles con un manto blanco y puro. Pero eso no nos detuvo. Aceleramos nuestras motos, desapareciendo en la noche nevada, dejando atrás solo el eco de los motores rugiendo y la promesa de una carrera emocionante que se perdía en la oscuridad.A pesar de lo difícil que era manejar debido al clima adverso, y de que yo iba a la cabeza en la carrera, aquel hombre misterioso también demostraba ser un competidor formidable. Solo unos pocos metros nos separaban cuando finalmente llegamos a un mirador. Decidí detenerme, dando por terminada la carrera, y el hombre misterioso se detuvo también cerca de mí.
-Ganaste-dijo el hombre con una voz profunda y calmada, como si no le importara haber perdido.
-¿Puedes pagarme los diez millones?- pregunté con una sonrisa de superioridad, mirando al hombre.
-No fue una carrera justa. Parece que tienes mucha experiencia manejando tu motocicleta-dijo el hombre, observándome detenidamente.
-Tienes razón. Manejo desde que era joven- respondí con indiferencia, como si no me importara realmente.
-Hoy es Navidad y también es tarde. ¿No deberías estar con tu familia, amigos o pareja?- preguntó el hombre, apagando su motocicleta y sentándose en ella.
-Sí, pero para mí esta época del año es algo complicada-dije, desviando la mirada hacia el suelo mientras recordaba que, en este mismo día hace 13 años, ___ me había dejado.
-¿Complicada?- preguntó el hombre, sin comprender del todo.
-La persona a la que más amaba me abandonó justo unos días antes de Navidad, debido a un malentendido. Y después de eso, murió la noche de Año Nuevo-dije con una voz melancólica, dejando que la tristeza impregnara mis palabras.
-Lo lamento-dijo el hombre misterioso de manera comprensiva, como si pudiera sentir mi dolor.
-Si tuviera una oportunidad más, regresaría en el tiempo y lo salvaría-dije, bajando de mi motocicleta y acercándome a la orilla del mirador. Era el mismo lugar al que había ido con ___ en aquellos tiempos más felices.
-¿Estarías dispuesto a regresar en el tiempo solo por esa persona?-preguntó aquel hombre a mis espaldas, su voz resonando en el aire frío.
-Sí-respondí con determinación.-A pesar del tiempo transcurrido y de saber que él no volverá, sigo amándolo.
-¿Cuál era su nombre?-preguntó el hombre detrás de mí, su voz llena de curiosidad.
-Su nombre era ___ Akabane-dije con cariño, mientras el frío viento acariciaba mi rostro, llevándose consigo un suspiro nostálgico.
____________________________________________Espero que les haya gustado este capítulo por favor dejen un me gusta y comenten que les parece la historia gracias por leer.
ESTÁS LEYENDO
El Impostor (Male Reader X Mikey)
De TodoLa historia se desarrolla en el futuro en el cual tanto Mikey como Takemichi trabajan juntos para darles un futuro feliz a todos sus amigos y seres queridos, pero en el camino así a su final feliz se encontrarán con alguien a quien jamás habían vist...