Entre el Recuerdo y el Nuevo Amor (33)

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Narra Mikey:

El sol comenzaba a ocultarse en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos naranjas y rosas mientras regresaba a casa. El aire fresco de la tarde acariciaba mi rostro, pero no lograba aliviar el peso que sentía en mi pecho. Mis pensamientos seguían centrados en ___, en su ausencia, en el vacío que había dejado en mi vida.

Al llegar a mi casa, me encontré con Senju. Estaba parada frente a la puerta, su figura delineada por la luz del atardecer. Al verme, sus ojos se iluminaron y me regaló una sonrisa cálida, una sonrisa que parecía querer transmitir consuelo y comprensión.

-Mikey, ¿cómo estás?- preguntó Senju, su voz suave como una caricia. Sus ojos me estudiaban con preocupación, como si pudiera ver el tormento que estaba viviendo.

-Estoy bien- respondí automáticamente, aunque ambos sabíamos que no era cierto. Mi voz sonaba apagada, un reflejo de cómo me sentía por dentro.

Senju pareció dudar un momento, mordiéndose el labio inferior mientras buscaba las palabras correctas.
-Mikey, sé que quizás no es el mejor momento, pero...- hizo una pausa, sus ojos se encontraron con los míos, llenos de determinación. -Mikey, me gustas. Te he querido desde que éramos niños y no soporto verte así por alguien que no te valoró como debía.

Me quedé sin palabras, sorprendido por su confesión. Estaba a punto de rechazarla, de decirle que aún amaba a ____, pero ella me interrumpió.

-Sé que aún quieres a ____, a pesar de todo lo que te hizo. Pero, por favor, dame una oportunidad. Déjame demostrarte que puedo hacerte la persona más feliz del mundo y que nunca te lastimaré- dijo Senju, sus ojos brillando con determinación mientras tomaba mi mano. Su tacto era suave, pero firme, transmitiendo una promesa silenciosa de amor y lealtad.

Sus palabras resonaron en mi mente, reviviendo los recuerdos de ___ y todo lo que habíamos pasado juntos. Recordé su traición, su indiferencia, y cómo había desaparecido de mi vida sin dar ninguna explicación. Si podía amar a alguien como ___, que me había usado y abandonado, ¿por qué no podía darle una oportunidad a Senju? Ella había estado a mi lado desde que éramos niños, apoyándome en cada paso del camino. Y ahora, cuando me sentía más vulnerable y destrozado, estaba aquí, ofreciéndome un amor puro y verdadero.

-Está bien, Senju. Podemos intentarlo- dije, forzándome a sonreír mientras la miraba. Mi voz sonaba más segura de lo que realmente me sentía, pero sabía que tenía que intentarlo, por mí y por Senju.

-¿En serio, Mikey?- preguntó Senju, su rostro se iluminó con una sonrisa radiante. Parecía emocionada, como si hubiera estado esperando este momento durante mucho tiempo.

Asentí en respuesta, pero antes de que pudiera decir algo más, noté que la mirada de Senju se desviaba hacia algo detrás de mí. Antes de que pudiera voltear para ver qué era, Senju me besó. Al principio, me sorprendió, pero luego correspondí al beso, forzándome a aceptarla. Con cada segundo que pasaba, intentaba olvidar todo lo que había pasado con ___ y todo el dolor que estaba sintiendo. Con ese beso, estaba intentando darle una oportunidad a Senju, a nosotros, y a un futuro donde quizás podría encontrar la felicidad de nuevo.

Cuando nuestros labios finalmente se separaron, Senju lanzó una mirada rápida por encima de mi hombro. Giré la cabeza para seguir su mirada, pero no había nada allí. Decidí no darle importancia y volví mi atención a Senju, quien me regaló una sonrisa llena de promesas.

-¿Quieres quedarte a cenar?- le pregunté, extendiendo mi mano hacia ella en una invitación silenciosa mientras intentaba sonreír.

-Claro- respondió Senju, su sonrisa se ensanchó mientras tomaba mi mano. Su tacto era cálido y reconfortante, un ancla en medio de la tormenta de emociones que estaba viviendo.

Entramos a mi casa de la mano, la calidez de su tacto se filtraba a través de mi piel, proporcionándome un consuelo que no sabía que necesitaba. Todos estaban allí, Draken con Emma, Shinichiro y sus amigos. Sus miradas se posaron en nosotros, sorprendidos al verme de la mano con Senju, especialmente porque no había pasado ni un día desde que ___ se fue.

-Senju es ahora mi novia- anuncié, mi voz resonó en la habitación, atrayendo la atención de todos. Mi rostro estaba serio, decidido.

-Oficialmente, somos novios- confirmó Senju, su voz llena de alegría y emoción.

Emma y Draken intercambiaron una mirada antes de volver a mirarme, sus rostros llenos de preocupación. Draken negó con la cabeza, como si no pudiera creer lo que estaba sucediendo, mientras que Emma intentaba sonreír, aunque su sonrisa era nerviosa.

La cena de Navidad transcurrió de manera tranquila. Senju me sonreía de vez en cuando, intentando hacerme sonreír. Pero a pesar de sus esfuerzos, mi mente seguía vagando hacia ___. Me preguntaba dónde estaría ahora, si estaría pensando en mí, si alguna vez le importé. A pesar de la presencia de Senju a mi lado, no podía evitar sentir un vacío en mi pecho, un recordatorio constante de la ausencia de ___.

De repente, Senju colocó su mano sobre la mía, sacándome de mis pensamientos. Su suave tacto envió una corriente de calor a través de mi piel, rompiendo el hielo de mis pensamientos. Me sonrió con ternura, como si pudiera leer mis pensamientos y quisiera tranquilizarme.

Fue en ese momento que me di cuenta de algo. Si ___ solo se había acercado a mí por la información, si había sido tan descarado como para decirme que me destruiría después de besarme y luego me dejó sin importarle mis sentimientos, entonces debía comenzar a dejar de preocuparme por él. Lo más probable es que estuviera bien, sin siquiera pensar en mí, continuando con su plan. Intenté convencerme a mí mismo de que no le importaba a ___, de que era solo un peón en su juego. Pero de repente, en mi mente, apareció el recuerdo de ___ cuando llegó a casa, abrazándome y suplicándome que no lo dejara, mostrándose vulnerable ante mí. Sus sonrisas, sus risas, el brillo en sus ojos cuando me miraba e incluso cuando me dijo que me amaba. Todos esos recuerdos me hacían más difícil odiarlo y tratar de olvidarlo. Pero eso no importaba, seguiría intentando olvidarlo, especialmente ahora que Senju estaba a mi lado.

Sin embargo, una voz en mi interior susurraba que no podría superar a ___, porque en lo más profundo de mi ser, yo realmente lo amaba. Era un amor que había crecido con el tiempo, resistiendo todos los obstáculos que se interpusieron en nuestro camino. Aunque intentara convencerme de lo contrario, la verdad era que mi corazón seguía perteneciendo a ___.

A pesar de todo, me aferré a la esperanza de que, con el tiempo, el amor que sentía por ___ se desvanecería y encontraría la felicidad junto a Senju. No sería fácil, pero estaba dispuesto a darle una oportunidad al amor y dejar que mi corazón sanara, incluso si eso significaba dejar ir a ___.
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Espero que les haya gustado este capítulo por favor dejen un me gusta y comenten que les parece la historia gracias por leer.

El Impostor (Male Reader X Mikey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora