Mi Ex Quiere Volver, Después Que Me Dejó Por El Bien De La Humanidad.

Capitulo I: segunda parte

Capitulo I: segunda parte

Narrador

Kenjiro: la lanza se la reina sirena estuvo todo esté tiempo en la casa de nuestra madre, hoy en la tarde fue dada al gobierno japonés. - aquello sorprendio solo a Kenji, pero por lo visto, Kenzo lo esperaba, su hermana había llevado a su casa baratijas que encontró en sus viajes, pensó que no servían, pero para su sorpresa la lanza de hielo estaba en su poder.

Kenzo: mi madre debió darla al gobierno para no tener nada que ver con el mundo de los gremios. - suspiro - el gremio Dragón dijo algo? - pregunto a su hermano, pero este asintió.

Kenjiro: Aoi someoka estaba interesado en conseguir esa lanza, según dicen los rumores la Omega que está interesada en esa lanza es la que se designó para dar a luz a su hijo.

Kenzo: el ya está buscando una Omega para cumplir su deber con el gobierno. - su nostalgia se reflejó en sus ojos, recordaba como había nacido su hijo, apesar de todo cuando le dejaron al recién nacido en sus brazos se sintió mal, quería ver a su madre.

Ella tenía tres hermosos nietos, pero había despertado como excelentes cazadores en su adolescencia  no podían conocerla, pero aún así ellos habían colocado un gran retrato, su madre era hermosa en su juventud, pero no podían decirle a sus hijos que esa hermosa mujer era su madre, y que aún vivía.

Kenzo: el gremio Dragón sigue siendo demasiado cansado lidiar con ellos, dejemos que obtengan la lanza se hielo, después de todo no nos sirve a nosotros, no tenemos ningún cazador con ese atributo. - tomando un sorbo de whisky, aún recordaba como el líder de aquel gremio Dragón, el alfa someoka los había amenazado en su primera incursión.

Ese alfa les había ofrecido unirse a su manada, puesto que el trasfondo de los someoka era poderoso desde antes de aquello guerras. Los someoka eran una manada de alfas militares, había nacido de dos alfas, uno de rango superior era así padre, y su madre era uno macho de rango alto, pero aquello los dos señores aún eran reservados con eso. Había rumores de que muchas familias poderosas de Japón despertaron como cazadores gracias a ellos, por ello el líder había sido el patriarca de los Fudo, un alfa que se había retirado, y su hijo había tomado su lugar.

Un alfa qué no le importó dejar a su destinada.

Eran rumores que rodaban por todo los gremios de cazadores.

Era el cazador de rango SSS más poderoso de todo el mundo, y conocido como el cazador del dragón negro. Por ellos cuando los tres jóvenes aparecieron en el mundo de los cazadores, pensando que podían estar al nivel de su ídolo, se decepcionaron al verse amenazados por sus hijos, por ello no se unieron al gremio Dragón.

Más cuando los amenazaron.

Su ilusión se vio destruida y tuvieron que dejar a su madre por aquella amenaza, más aún cuando sus nombres y apellidos se hicieron famosos.

Por alguna extraña razón, el líder del gremio tenía cierta ira contra ellos, no sabían el porque, pero por lo menos no los hirieron en los primeros años.

Kenzo: se que tú eras el mayor admirador de ese hombre alfa. kenjiro, pero debemos mantener un perfil bajo por los momentos. - miro a sus hermanos que asintieron, mientras que sin más se levantaron de aquella lujosa oficina.

Necesitaban ver los informes de los científicos y las lecturas de la mazmorra que sus hijos estaban retando, mientras que salían de aquel lugar ninguno de los tres alfas, dejo de pensar en su hermana.

Su mamá.

En una mazmorra en la cierra nevada un gran dragón de sombra negro envolvió aquel universo matando a todos los trolls de nieve gigantes, creaturas de piel blanca y ojos rojos. Un mar de fuego también había bañado el campo de guerra.