El precio por ser las más hermosa. (+18) (Borrador)

Tu pasado (segunda parte)

Capitulo XXIII

Tu pasado (segunda parte)

Pasaron varios meses, Nadenka y su familia recibieron la invitación para la boda de su hermano mayor, aparentemente las cosas habían llegado a tal punto con su novia, no fue una sorpresa para nadie; después de todo llevaban poco más de tres años de relación.

- Apresúrate Nadenka, tenemos que terminar de arreglar todo antes de ir a la ceremonia. –

La dueña de la voz tenía la cabeza metida dentro de los cajones de la cocina, sacaba varios recipientes plásticos para poder colocar ingredientes, algunas ollas grandes, tapas y cucharones.

- Estoy dando lo mejor de mi mamá, y ¿por qué soy yo quien tiene que picar todas las cebollas? –

- Eso es porque tu negro corazón te permite picarlas si llorar. –

- jajaja, te lo dije, incluso la señora Annabella piensa lo mismo. –

Irina sumó su comentario mientras entraba a la cocina, estaba cubierta de polvo y usaba un moño para que su cabello no le estorbara.

- No se sientan mal, no todas pueden ser tan talentosas como yo, pueden ir a llorar en una esquina. –

- Aaahhh, que niña tan presumida, me pregunto de dónde lo sacaste. –

Annabella levantó la cabeza una vez consiguió lo que buscaba mientras fingía un suspiro, al contrario de su hija, su cabello era rubio oscuro, sus ojos eran de color miel, y su piel no llegaba a la palidez de su hija, al contrario, era más parecida a la de Irina. También era más delgada que su hija pese a tener tres hijos, algunas pequeñas arrugas presentes alrededor de sus ojos, aparentaba tener cerca de 45 años pero se conservaba de maravilla.

- Lo sé, he intentado corregirla pero no entiende, ya no sé qué hacer con ella señora. –

- Perdón por todas las molestias que te causa mi hija Irina, yo no le inculque esos valores. –

- Está bien señora, no es su culpa, es ella quien tiene que darse cuenta de sus errores. –

- No puedo evitar preocuparme, hasta ahora no ha tenido ningún novio. –

- Nadya no tiene permiso de tener novio. –

La fuerte voz de un hombre se escuchó desde fuera de la cocina.

- No seas dramático Nikolai, en algún momento tu hija va a querer conseguir alguna pareja. –

- Sobre mi cadáver. –

- Qué hombre tan posesivo. –

- Es mi hija, ningún infeliz tiene derecho a cortejarla. –

Nadenka le dedicó una sonrisa burlona a las dos mujeres presentes.

- Supongo que el problema es su padre. –

Annabella negó con la cabeza fingiendo decepción hacia su esposo.

- Debe ser muy difícil para usted señora. –

Irina le siguió el juego a la madre de su mejor amiga y le dio suaves caricias en la espalda como señal de apoyo.

- Mamá, fuiste tu quien me dijo que debo darme prisa. –

- Tienes razón amor, debemos apresurarnos, no podemos ir a la ceremonia vestidas así, tenemos que arreglarnos. –

Nadenka se paró en el pórtico de su casa esperando a que su madre y su amiga terminaran de arreglarse, no entendía la razón por la que se tardaban tanto, debía ser ella quien más tardara por su largo cabello pero no fue así, casi siempre terminaba de arreglarse más rápido que las demás, era otra de las ventajas que Irina le adjudicaba así que lo usaba para burlarse de ella.