Capitulo XLVIII
Bromear con una mujer no es tan buena idea.
Daniel como de costumbre fue el primero en despertar, abrió levemente los ojos, se movió un poco sintiendo el brazo de la pelirroja sobre él, con una pequeña sonrisa se levantó causando que ella también despertara.
- Muy bien todas, levántense es tarde. –
Daniel dio leves aplausos para despertar a todas sus nuevas compañeras, incluida Nadenka.
- ¿Qué sucede? Apenas son las 5:30. –
Contestó entre sueños la pelirroja mirando el despertador.
- Tenemos muchas cosas que hacer así que levántense. –
Gritó en un tono un poco más alto de lo que acostumbraba.
- Todavía no sale el sol. –
Gruñó Alisha levantándose y estirándose. Tuvieron que dormir sentadas en los muebles de la sala así que estaban algo adoloridas.
- Nada de escusas. –
Volvió a gritar Daniel como si fuera algún tipo de campamento de entrenamiento militar.
- Ya voy. –
Gruñó Abeba levantándose lentamente.
- Eso es chicas, con energía. –
Viéndolas levantarse Daniel fue a su habitación, trajo todos los conjuntos deportivos que tenía así como las zapatillas, esto lo dejó sin ropa pero pretendía cambiar eso en la tarde. Le entregó un cambio a cada una; fue a la cocina con unas botellas plásticas en las manos, las llenó de agua y regresó a la sala. Todas las chicas se habían ido a su habitación para poder cambiarse sin problemas ni situaciones incomodas.
- ¿Estás seguro de querer salir a trotar en tu estado actual? –
Nadenka se levantó estando lista para salir, fue la primera en terminar después de vestirse, daba pequeños golpecitos con la punta de los zapatos para acostumbrarse, ya que aún no tenía una peluca tuvo que cubrirse el cabello con la gorra y la bufanda pero ya no llevaba los lentes.
- No te preocupes, no haremos nada demasiado intenso así que estará bien. –
Le respondió el pelinegro dándole la mochila con algunas botellas de agua.
- Sé que no cambiarás de opinión así que solo ten cuidado. –
La pelirroja apretó la cinta de sus pantalones y tomó la mochila. En ese momento salieron el resto de chicas ya vestidas.
- Estiren un poco los músculos, iré a buscar el arnés de Leo. –
Luego de unos 5 minutos de estiramiento empezaron a trotar lentamente. La mañana estaba despejada y hacía mucho frio por lo que todos podían ver su propio aliento, el hecho de que algunas no estaban acostumbradas a ese tipo de ejercicio sumadas al estado de Daniel, dieron como resultado el que tuvieran que moverse bastante lento, además de tomar muchos descansos.
Volvieron a casa luego de unos 30 min, todas jadeaban menos Nadenka y Carmina, ya que las dos eran las que tenían la mejor condición física del grupo, les encargaron algo extra, la pelirroja era quien llevaba a Leo y su amiga cargó la mochila. Daniel inicialmente quiso ser quien llevara a su amigo, Nadenka se lo impidió ya que a pesar de ser muy amigable, Leo aún era un animal, en cualquier momento podría hacer un movimiento brusco y agrava sus lesiones.
- ¿Quién...fue...el idiota...que...inventó...el ejercicio? –
Se quejó al aire Naima entre jadeos.
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El precio por ser las más hermosa. (+18) (Borrador)
RomanceNadenka era una chica anormal. Una belleza que roza lo sobrenatural, una mente ágil, gente que la amaba y la cuidaba. Todo lo que alguien desearía para ser feliz. Sin embargo, en un giro cruel del destino, su idílico mundo se derrumba, dejándola exp...