- ¡Eh! ¡Akkun! - el peli-lila escucho una voz a sus espaldas mientras trataba de normalizar su respiración en una esquina.
Habia corrido bastante que ahora ni se acuerda donde carajos esta.
- Draken. - jadeo, colocando sus manos sobre las rodillas para establecerse.
Y no estaba solo, tenia a Mikey detras en su espalda colgado de él como un koala mientras tragaba unos dulces. Enserio, aun no logra entender porque esos dos no llegaron a ser pareja.
- Oooh~ frecitas. - saludo el enano, provocando que el contrario temblara ante el apodo familiar. - ¿Que te paso? - se bajo de la espalda de su mejor amigo para inspeccionar al chico. - ¿Te han dado una paliza? Estas todo rojo. - informo.
- ¿Eh?
¿Sera posible? ¿Se ha sonrojado por las acciones del mastodonte de musculos? No, lo duda mucho. Debe de estar colorado por el maraton que acaba de correr, si eso debe de ser.
- ¿Seguro que estas bien? - se acerco Draken al pequeño. - Te ves asustado. - le coloco una mano sobre la frente, estaba ardiendo. - ¿Y donde esta Takemitchy? - miro a su alrededor en busca del rubio.
Queria responder, pero no podia. El corazon le iba a mil y veia algo borroso asi que..
- ¡Oye!
..cayo en los brazos del rubio mayor, completamente desmayado y cansado.
~
Los rayos del sol entraban por su ventana, molestándole mucho los parpados. Se giro sobre la cama, arropándose aun mas con sus sabanas olor a fresas. Se sentía bien, fresco y relajado, como si nada en el mundo le importara, como si ese mastodonte rubio no continuara dandole vueltas en la cabeza.
- Despierta ciruelitas~ - le canto aquella voz en el oido.
Un sudor frio recorrió su espalda mientras se sentaba algo alterado sobre su cama, no podia creer que hasta en sus sueños no podia estar en paz.
- Oh. - una voz con sarcasmo hablo a su izquierda, encontrándose con el menor de los Haitanis mirándole con algo de molestia. - Despertaste. - dijo lo obvio, acomodándose los lentes.
Un gruñido ronco se le escapo al menor, mientras se quitaba las sabanas de su cuerpo. - ¿Que haces en mi casa? - pregunto con las cejas juntadas.
- No lo hago por ti. - cerro de repente el libro que estaba leyendo mientras descruzaba sus piernas. - Draken nos llamo, dijo que te desmayaste. - rodo los ojos. - Smiley y Angry escucharon la conversación, asi que vinimos a cuidar de ti.
Akkun se quedo pensando, imaginándose la escena donde los Haitani trataban de tranquilizar a los gemelos demonios pero estos no le harian caso. Probablemente ellos tres solo se juntaron una vez pero se entienden mutuamente, màs, que a él le encanta reírse de las pendejadas de que hacen los dos hermanos para complacer a su "pelusita" y "algodón de azúcar".
Rodando un poco los ojos, el peli-rosa decidio salir de la cama bajo la intensa y cuidadosa del Haitani menor para luego salir con cuidado del cuarto.
El olor a curry entro en sus fosas nasales cuando entro al comedor, logrando ver a los gemelos Kawata tratando de cocinar en paz mientras Ran les hacia la vida imposible a ambos. Parecian unos infantes.
- ¡Ran! - se quejo el gemelo mayor, tratando de empujar a su novio para que se le quitara de encima.
- Oh vamos pelusita. - rio levemente, tirándole la vista a su cuñado quien cortaba los aliños muy tranquilo. Al ver que el peli-azul no decía nada, decidio pincharle una oreja. - ¿Que pasa algodón de azúcar? - pregunto con burla.
- ¡Oi! - se alejo un poco, apuntándole con el cuchillo de manera amenazante.
- Ran, te he dicho que no molestes a Angry. - gruño molesto Rindou mientras se acercaba a su novio, ignorando el como su hermano mayor reia a carcajadas y mantenía a Smiley cerca.
El de lentes solo rodo los ojos, tomando la carita de su pareja entre sus manos para darle tiernos besos en la cara y calmarlo, ganándose las tiernas risitas del menor. Sintiendo algo de envidia, el Haitani mayor cogió bruscamente la barbilla de su novio para darle un beso demandante en los labios, ignorando su queja ya que el peli-naranja correspondio al intante.
El dueño de la casa veia la escena atentamente, sintiéndose algo solo ante la presencia de ambas parejas. Se preguntaba que era ser amado por alguien de esa forma, y sin quererlo, sus pensamientos se fueron a cuando South le acaricio el rostro.
Era un toque suave, gentil aunque sus manos fueran asperaz, lo trataba con cuidado. Sus ojos dorados brillaban al verlo, como si fuese la cosa mas valiosa del mundo entero. Se sentía cálido cuando estaba presente a él, como si el rubio fuese a protegerlo de cualquier cosa que venga en su dirección.
¿Podria él..?
No. Eso es algo raro.
- Akkun. - la voz alegre se Smiley le saco de sus pensamientos, veia como el peli-naranja le regalaba una de sus famosas sonrisas mientras trataba de ignorar la vena sobresaliente que comenzaba aparecer en su mejilla. - La cena ya esta casi lista. - le informo, dandole un codazo en el estomago de su novio para por fin quitárselo de encima y continuar cocinando.
Rindou rio al ver el estado de dolor de su hermano mayor, dandole un beso final a su pareja para dejarlo cocinar en paz.
- Idiota. - gruño el Haitani mayor, mirando feo a su hermano mientras ambos se acercaban al peli-rosa. - Y bien.. - sonrio picaro, rodeando los hombros del menor con uno de sus brazos. - ¿Por qué no nos cuentas lo que ha pasado con south, mm?
| Aah, extrañe este fic pero bueno
esta parte, sinceramente, no estab en el "guion" pero como la vaina fue algo apresurada decidí cambiarla
Recuerden que habrá angst y prefiero darles algo bonito de este ship raro antes de que oscurezca |
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Siempre Supe, Que No Eras Mío (SouKun)
Fanfiction° ¿Que tal si los pandilleros hubieran tomado un descanso temporal? ° ¿Que tal si ellos, hubieran estado con la persona que amaban? ^ Eso hubiera sido algo lindo ¿no creen? Éstos pandilleros tienen sus parejas y pues sus hijos adoptados, pero había...
