Cap 14; Deseos

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Sus ojos rosados se abrieron, encontrándose con el lado contrario de su cama vacio.

¿Que esperaba? ¿South, estando allí para mimarlo después de una tarde de placer? No, eso jamás ocurriría.

No se queja de la tarde que tuvo- lo cogieron hasta el otro dia-, tampoco se queja de las palabras reconfortantes que el rubio le susurro al oido antes de que él se quedara dormido, ¿pero era mucho pedir que se fuera cuando estuviera despierto?

Sintió sus ojos arder, habían lagrimas que se avecinaban pero no permitiría que estas le mancharan el rostro. Lagrimas, no resolverán nada. Él tuvo en cuenta, las consecuencias antes de que south lo cogiera contra y sobre cada lugar de su casa asi que el único a quien debe de culpar ahora, es asi mismo.

Con un suspiro tembloroso, y adolorido, comenzo a sentarse a la orilla de su cama solo para que justamente, sonara su teléfono.

Takemitchi.

- Dime. - contesto la llamada, su voz siendo algo ronca gracias a los gritos de la tarde anterior.

»Hola.« saludo el rubio al otro lado, haciendo que el peli-rosa solo murmullara. »Mikey va hacer una reunion esta tarde.« informo.

Mierda.

- Mm, ¿Cómo a que hora? - cuestiono, levantándose lentamente de la cama mientras trataba de no gruñir por el dolor que sentía en su espalda baja y culo.

»Como eso de las seis, lo normal.« respondio, el contrario logrando presenciar una sonrisa en su tono de voz, provocando que él también sonriera mientras cogeaba en dirección al baño. »¿Estas bien, Akkun?«

Que pregunta, ¿no?

La pregunta mas esplendida que pudo hacerle en toda la mañana.

¿Que iba a responderle? ¿Que el mamaverga que lo trato bien por un jodido mes, lo cogió ayer por la tarde y hoy a desaparecido como si nada?

- Son las siete de la mañana en un Domingo, Bakamichi. - trato de sonar molesto el peli-rosa, pero no pudo evitar una sonrisa colarse sobre sus labios. - ¿Como quieres que me sienta? - cuestiono, parándose en seco frente a su espejo.

Chupones.

Estaba cubierto en chupones y mordidas.

¿No pudo solo conformarse con cogerlo? ¿Tenia que marcarlo como una perra mas del barrio?

El rubio de la otra linea rio. »Cierto cierto, aun sigues siendo el anciano malhumorado del grupo.« se burlo pero a Akkun no le parecía gracioso, sus ojos estaban enfocados en su reflejo.

- Si. - susurro, tratando de evitar que lagrimas se formasen en la base de su ojo.

¿Tan bajo cayo?

»Bueno..« suspiro el contrario. »¿Nos vemos esta tarde?« pregunto para estar seguro a lo que solo se gano un murmullo por parte de su amigo. »Entonces, ¡nos vemos anciano!« se despidió, colgando antes de que el contrario pudiera decir algo.

- Nos vemos. - susurro el peli-rosa, dejando caer su teléfono al suelo.

Continuaba mirándose al espejo; se ve horrible.

¿Como pudo? ¿Como pudo dejar que ese tirano le pusiera un dedo encima?

[- ¡Ah! ¡Minami~! - grito por cada estocada que el nombrado le daba, la cabecera de la cama chocando violentamente contra la pared por sus movimientos bruscos mientras él, se aferraba a su espalda como si su vida dependiera de ello. - ¡Minami!

El rubio gruño, sosteniendo la cadera del menor con fuerza mientras mantenía sus labios cerca de su oido, contantemente chupando y mordiendo su cuello. - Dime que eres mio. - demando sobre su piel, suspirando contento al oir al peli-rosa gemir por el placer que le causaba. - Di que solo eres mio. - repitió, juntando sus labios en un beso ardente.

Siempre Supe, Que No Eras Mío (SouKun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora