- ¿Que es con los brasileños y el secuestro? - el jóven peli-rosa ladeó un poco la cabeza mientras veía a Markola reír.
El mayor le sonrió al adolescente, sacando de su traje una baraja de cartas para jugar al póker, a lo que el chico le comenzaron a brillar los ojos. - Este "secuestro" es necesario, muchacho. - se justifico, comenzando a repartir las cartas entre el chico y él.
El gran mafioso segundo al mando de Brasil, habia llegado el día anterios a Japon- cosa que ya sabemos- el caso que hoy Jueves el mayor decidio llegar al colegio de su yerno y sacarlo a él y a sus amigos por una "emergencia familiar" y pues, el profesor decidio dejarlos ir ya que como los padres de Akkun no estan en el pais creyo que posiblemente les haya pasado algo- cosa, que es obviamente falso. En estos momentos la banda junto al mayor estaban dentro de un restaurante -Markola y el chico en una mesa cerca de la ventana mientras que los amigos de menor estaban en otra muy entretenidos, al lograr comer comida que posiblemente cueste más que sus organos- para pasar el rato.
Akkun miraba al padrino de su novio, notando una sonrisa pequeña en los labios de este mientras jugaba; era raro. Sabia que a Markola le agradaba su presencia- no por solo ser pareja del imbecil de Terano, sino en general- y viseversa, pero esto era raro. Era raro el hecho de que Markola decidiera sacarlo de sus estudios en mitad del día junto a sus amigos, raro que decidiera traerlos a un restaurante, raro que los guardaespaldas del mafioso estuviesen siempre mirando fuera de la ventana y poner sus manos sobre sus armas cada vez que lo más minimo se movia. Era raro, el hecho de que algo estuviese pasando, y nadie le dijese nada.
- Atsushi. - la voz del mayor lo saco de sus pensamientos, logrando nuevamente nfocarse en la sonrisa del hombre que tenia en frente. - Te gane. - la sonrisa del hombre se engrando, provocando que el chico mirara sus cartas y las cartas del mayor que habia postrado sobre la mesa.
Tres reyes de diamantes y dos diez de trebol.
Una sonrisa irritada se formo en los labios del peli-rosa, causando la carcajada del brasileño presente. - Joder. - maldijo mientras se hundia en su asiento, jugando de manera irritada con su lengua dentro de su boca. - Creo que me he oxidado. - siseo.
- ¿En tan solo una semana, chico? - se burlo el mayor, provocando que los pelos del adolescente se erizaran de rabia. Markola se calmo, sonriendole al chico mientras le servia jugo. - ¿Que tal los examenes? - pregunto, deslizando el vaso hacia el chico mientras él tomaba un sorbo de su champaña.
- Mañana tengo uno de Ingles. - respondio, tomando un sorbo de su propia bebia después de agradecerle de manera silenciosa. Un bombillo se prendio dentro de su cerebro. - Espera. - dejo el vaso nuevamente sobre la mesa. - ¿Como sabes que estoy en semanas de examen? - cuestiono, ya teniendo ciertas sopechas.
- Mi ahijado me dio una copia de tú horario. - admitio sin culpa el mayor, teniendo la audacia de encogerse de hombros ante al chico. - Por eso vine a verte y "secuestrarte", como tú dijiste, sin problemas. - volvio a decir de manera descuidada, tomando otro sorbo de su bebida.
Akkun hizo un puchero, provocando que Markola riera levemente.
En una de esas, uno de los guardaespaldas del mayor se acerco a su oido, susurrandole algo que hizo que su sonrisa cayera.
- Vamonos. - ordeno, levantandose y tomando al chico del brazo con cuidado mientras se dirgian a la salida.
Los amigos del peli-rosa notaron el cambio en el aire, por lo cual dejaron de comer y salieron junto a los mayores.
- ¿Markola? - el joven miro al padrino de su pareja mientras este mantenia una cara seria y lo hacia entrar en el asiento trasero de la limo junto a sus compañeros. - ¿Que esta..?
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Siempre Supe, Que No Eras Mío (SouKun)
Fanfiction° ¿Que tal si los pandilleros hubieran tomado un descanso temporal? ° ¿Que tal si ellos, hubieran estado con la persona que amaban? ^ Eso hubiera sido algo lindo ¿no creen? Éstos pandilleros tienen sus parejas y pues sus hijos adoptados, pero había...