Cap 11; Juegos

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Nuevamente, los días lograron transcurrir sin algun problema- excepto que el joven no podia acercarse a sus amigos, gracias a la sobreprotección de sus guardaespaldas-, con la paz deseada del pobre Akkun. El único problema; era que los idiotas de sus amigos se filtraron en su casa como si fuera de ellos, no los culpa ya que los extraña pero 'ombre por lo menos avisen cuando carajos van a entrar por la ventana de su cuarto antes de que el decida ir a darse una ducha.

- Increíble. - suspiro mientras terminaba de abotonarse la camisa, su espalda viendo a sus cuatro amigos quien estaban arrodillados en el suelo y con un montón de moretones. - Si fuera otro, les hubiera llamado la policía. - gruño, dándose la vuelta para ver a los chicos.

- Perdon. - se disculparon como perros regañados, el peli-rosa se limito a remirar los ojos.

- Pero si hubiera sido South.. - hablo Yamagishi, sus moretones causados por el peli-rosa curándose de inmediato. - ¿Te hubieras dejado ver? - pregunto con una sonrisa picara, ganándose otro golpe de su amigo.

Un color rojo oscuro adorno las mejillas del dueño de la casa. - ¡El idiota no ha aparecido desde hace dos semanas! ¡Asi que déjense la huevona'! - regaño, ignorando las risas de los otros tres mientras él marchaba a la cocina.

- Venga Akkun~! - canto Makoto mientras decidieron seguirlo. - No es tan mal, ¿o si? - chalequeo, los otros cuatro riendo a carcajadas.

Atsushi Sendo, estaba apunto de cometer un homicidio y eso se veia en la manera que sostenia el vaso de vidrio en el que quería beber agua pero con estos idiotas burlándose de él, estaba seguro que los apuñalaría con los pedazos del vaso.

- Ya, pero no creen que no es culpa de Akkun. - Takuya hablo, sesando las risas.

- Te amo Takuya. - le agradecio al rubio mentalmente.

- Digo, Akkun no hizo nada para que South se interesara en él. - recordó, encogiéndose de hombros.

Oh, cierto.

El ceño de Akkun se oscurecio mientras veia de repente a Takemichi. - No fue mi culpa. - el líder de la primera division se defendio, escondiéndose detras de Makoto.

- ¿Oh enserio? - pregunto irritado el peli-rosa, colocando con fuerza el vaso de vidrio sobre la isla de su cocina mientras se acercaba de manera amenazante al rubio. - ¿Quien fue el idiota que decidio tirar una fiesta en mi casa sin permiso? ¿¡Eh!?

Ante el tono de voz de su mejor amigo, Takemichi decidio correr con intenciones de escapar de la situación y pues Akkun, le siguió con velocidad de Minato haciendo que sus amigos se mearan de la risa.

~
Sinceramente habia sido el mejor día que  habia tenido despues de dos semanas; él y sus amigos jugaron video juegos, hicieron desorden en la casa —el cual, los invitados tuvieron que limpiar por cierto — y vieron caricaturas, no sabía lo mucho que extrañaba hacer todas esas cosas con los locos que llama amigos.

Ahora mismo, se dirigía a una tienda para comprar algo de desinfectante ya que el idiota de Takemichi se lo termino en segundos. Tenía el ánimo de una flor; radiante, y agradecería mucho si ningún imbécil se lo arruinara.

Paro en seco. -¿...eh?

Como dije; tenía el ánimo de una flor.

Su cuerpo comenzó a temblar como una hoja, el aliento se le atasco en la garganta mientras sus ojos se ensanchaban al segundo que veía aquel adolescente recostado de la pared mientras apretaba la mandíbula.

Esto no se lo esperaba, no se esperaba tener esta reacción al reencontrarse con este idiota.

- South. - su voz fue como un hilo, fina, y con algo de alivió en ella.

El nombrado giro su cabeza en la dirección de aquella suave voz que ha tenido ganas de escuchar por semanas, era adorable —como siempre.

- ¿Viniste a buscarme o algo? - se despegó de la pared, acercándose al menor con una leve sonrisa.

La mejillas del menor se tiñeron de un color rosa. - No seas imbécil. - gruño con molestia fingida mientras miraba a otro lado.

- Oh, fresitas. - el rubio rio levemente, tomando entre sus manos la cintura del menor. - No morirás con admitir de que me extrañaste, ¿sabes? - le susurro al oído.

- Mmm~ - el peli-rosa gruño. Su atención de repente se dirigió al abdomen en el cual, se podía ver un gran manchon de sangre sobre su camisa de color camuflaje. - Estas herido. -  comentó, tratando de alejarse del mayor para verlo mejor.

Su agarre alrededor de su cintura se hizo más firme. - Solo es un rasguño. - trato de asegurar con una sonrisa.

Sin creerle, Akkun alzo su rodilla para golpearle justamente en esa herida la cual, le sacó un gruñido al rubio probando que el enano tenía razón.

Soltó un mofido. - Ya veo el rasguño. - rodo los ojos, logrando salir de entre los brazos del rubio. - Vamos. - comando, tomando su mano para comenzar a jalarlo. - Sus manos son enormes. - se sonrojo.

Esta acción le tomó por sorpresa a South, quien trataba de seguirle el paso al pequeño. - ¿A dónde vamos? - alzó una ceja.

- A mi casa. - sentenció con un punchero molesto.

- Pero creí que no me querías devuelta en tu casa. - recordó con una enorme sonrisa, dándole un leve apretón a la mano que sostenía la suya.

El color rojo se intensificó sobre sus mejillas. - Bueno me retractó. - bufeo, tratando de ignorar la risa del mayor.

- Lo que tu digas, ciruelas.

Siempre Supe, Que No Eras Mío (SouKun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora