Capítulo 11

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- Dunkenor -

Las órdenes del Consejo y de la Cuervo Guía, Nath Lake, eran claras. Mantener la posición y evitar que los ciudadanos se acercasen a la zona de peligro.

Nuestra misión, vigilar el perímetro del Memorial's Feline. El hospital principal de Krähennest

Me agrupo con mis compañeros Cuervos mientras las explosiones acompañan el olor a pólvora y maná caliente que se huele en el ambiente, envuelto de humo y polvo en suspensión.

No sé, ya me he acostumbrado a que Krähennest sea así.

Si por lo menos pudiese estar en la acción, y no aquí, relegado con esta unidad a defender una posición tan alejada del conflicto... Por lo menos ahí haría algo.

Me quito el casco para tomar el aire y dejó caer mi cabellera verde. Dejo que el fuego de la fogata caliente mi piel.

- ¿Que os apostáis a que ahora sale el puto Fenrir en las pantallas de los edificios? - Bromea un compañero, una de las Cuervo se pone de pie e imita a ese loco de Feanor, logrando sacarnos algunas leves risas.

- "Pueblo de Krähennest, los Cuervos os roban la libertad. Dejad que unos terroristas os liberen bombardeando vuestras casas" Que payaso...

- Y lo imitas muy bien. Solo te falta ser pelirroja y serías clavada. - Grita un tercero mientras reparte cerveza de su cantimplora, en teoría lo debemos beber de servicio, que diantres.

- El tipejo ni siquiera ha dado el estirón y se cree muy hombre. Por favor, tiene rasgos más femeninos que yo. - La elfina se traga una jarra de cerveza de un trago - Quizás por eso lleva máscara.

- Novato, venga. Dí algo. - Me pregunta el primero, no se que contestarle.

- Esto... No sé. Quizás deberíamos buscar heridos o algo... Lo que sea más que quedarnos aquí sentados, creo que las órdenes de simplemente esperar y no ayudar con lo de los duendes es un error.

Mis compañeros procesan lentamente lo que les digo antes de explotar en carcajadas y dar otro trago.

- Como se nota que eres novato. - Continúa el primero - Mira, obedecemos órdenes. Ya hemos cumplido. Y cada uno mantenemos una posición, si uno falla, todo se desmorona. Guarda fuerzas, y si tienes que luchar, ya lo harás. Pero guarda fuerzas.

- Supongo... Tiene sentido. - Quiero defender la justicia, por eso me uní a los Cuevos. Está no era mi visión - ¿Creéis que los Lobos están detras de esto?

- Siempre son ellos. - Responde el tercero.

- Pero... El señor Carnigan anunció que los duendes habían atacado a los Lobos. Creo que, podría haber un peligro mayor.

- Son Lobos. - Responde la elfina - Buscan el caos. Ni siquiera entre ellos se apoyan.

- Ni siquiera de los nuestros podemos fiarnos... - Murmura el tercer Cuervo - Nuestra señora traicionó a Krähennest, y ahí está, todavía mangoneando. Putos Lake...

La pirámide de cristal, dispositivo obligatorio en las brigadas Córvidas para la comunicación, se encendió. La figura de Nath Lake se proyectó ante nosotros, el tercer Cuervo se atragantó y rezó porque noblo hubiesen escuchado, a saber, con Nath Lake nunca se sabe.

Todos volvieron a sus puestos y tiraron la cerveza que estaban bebiendo de forma torpe y poco sutil, fuí el único que no tuvo que hacer nada porque siempre permanezco en posición.

Por la expresión de la noble pura supe que se estaba impacientando.

- Señora. - Saludamos todos

- ¿Cómo va la situación en Krähennest? Informen.

Tales of Fairy Luck: AutómataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora