Álbum fantasmagórico

|Capítulo 9| preguntas por la noche de la negatividad

Ya había pasado una semana y Luigi tenía una mejora ya había dejado las pesadillas; convivía con los habitantes del castillo, salía con su hermano a divertirse; tenía charlas privadas con la princesa de cómo se sentía con respecto a Boo; pasaba sus consultas con el profesor fesor y algunas noches iba al laboratorio a charlar con Boo. Mr.L no sé quedaba atrás, ya había hecho la versión final de su hermano robótico, e intentaba interactuar con los habitantes aunque siempre terminaba molesto o enojando al héroe de rojo. En una de las pocas noches que sufrían de insomnio, decidieron visitar a Boo –Hola Boo ¿qué tal llevas la noche? Le regresaste la memoria tal cual te pedi la vez anterior ¿cierto?– el Mecánico se había sentado en frente del cuadro con las piernas cruzadas y una linterna en la mano con algunas barras energéticas que se trajo de su habitación

–¿No deberían de estar durmiendo pequeños mierdecillas?– Boo se asomó viendo al chico –y si ya lo hice, ahora me puedes sacar de aquí?–

–Tenemos insomnio y no hay nada mejor que hacer, así que decidimos venir a verte y platicar contigo y no, no te sacaremos del cuadro– Luigi estaba feliz y no le importaba el mal humor del Monarca, empezó a hablar de sobre cómo le fue en una competición en karst que le invitaron –oye Boo, ahora que toque el tema de las carreras, te tengo una pregunta ¿como haces para tocar los pedales si no tienes piernas en tu forma fantasmal?– nunca se habían dado cuenta de ese detalle y ahora que tenían al Rey en frente de ellos no iban a desaprovechar la oportunidad

–No es nada fuera de lo normal, simplemente me llevaba dos súbditos, los cuales se hacían intangibles y ellos tocaban los pedales por mí– Boo recordaba esas tardes en las que disfrutaba de esas carreras y podía hacer sus travesuras disfrazadas de competitividad

Luigi se maravilló por la inteligencia del Ente, nunca pensó que usaría sus propios súbditos para cosas tan triviales como esas –otra pregunta ¿por qué solo tomas tu forma humanoide cuando yo estoy presente o estamos solos tú y yo?– Boo inconscientemente tomó su forma fantasmal y se cruzó de brazos

–Que te importa cuál forma tome, yo decido si tengo mi forma fantasmal o humana– Luigi tomó una barra y la abrió, se la extendió al Boo como forma de pedir disculpas por la ofensa, el Fantasma la observo y la acepto gustoso posicionándose para poder sacar la cabeza, en este caso la lengua, Luigi cambio la bombilla y apuntó al cuadro brillando, la lengua de Boo tomó la barra asimismo regresó al cuadro

–¿Por qué comes las barras que te doy si tú no necesitas comer?– era raro que siempre que llevaban barras, el Monarca aceptará o pidiera unas cuantos dulces y volviera sin problemas al cuadro

–Por simple capricho, ahora que estás haciendo tus preguntas tontas te haré una, ¿por qué confías en mí? me refiero a que, sin problemas me sacas temporalmente del cuadro para darme una barra de esas– Luigi se quedó viendo al Ente, no se esperaba que le hiciera una pregunta

–Porque no intentaste escapar la primera vez que lo hice, aunque nos hiciste un arañazo, pero a cambio tengo una bonita corona como lámpara de luz– alardeo el Bandolero el cual sin importancia y sin pudor utiliza la tonta corona para hacerle pruebas y como lámpara

–Ya que hablaste sobre mi corona ¿qué tal un trato? tú me regresas mi corona, me sacas de aquí y nos vamos felices de regreso a la mansión– el chico hizo como si reconsiderada la oferta del Monarca

–¿Sabes Boo? Mr.L y yo hemos tenido últimamente una idea rondando por nuestras mentes, pero no sabíamos si llevarla a cabo o no y hoy en esta linda noche es perfecta para ejecutar esa idea tan bonita que teníamos retenida– el chico se levantó del suelo y extendió su mano derecha abriendo la palma y con la mano izquierda encendió la linterna que aún tenía la luz violeta, apuntó al cuadro y una combinación de colores aparecieron, el pequeño portal del cuadro se había abierto, Boo iba a salir, pero una corriente eléctrica se lo impidió, el Rey empezó a retorcerse y a gritar de manera salvaje por la brutal descarga de electricidad, el chico paro y el cuerpo de Boo cayó afuera del cuadro