Álbum fantasmagórico

|Capítulo 23| Querido Rey

Era de madrugada, lúgubre y asquerosa madrugada en la cual el Soberano no la estaba pasando para nada bien, ya que; desde que el chico lo dejó tirado en ese cuarto, Nerón se tomó la molestia en también aprovechar ese tiempo de vulnerabilidad para también "reeducar" a su forma a Trevor quien ya había pasado su límite desde hace horas, pero por una extraña razón seguía allí, temblando del miedo y siendo masacrado –no se en que me equivoque contigo, pero no debería estar esta inmunda cosa patética bobalicona, deberías de ser el Rey fantasma de renombre que yo te hice ser, ¿Donde está el Boo frívolo que yo creé? ¿A dónde se fue ese psicópata con corazón podrido que no dudaba en comerse a sus súbditos que desobedecen a su rey? ¿Dónde está ese Monarca el cual no dudaba en exterminar a cualquier humano que quisiera simplemente coleccionar su pútrida alma desgraciada?– Nerón hizo aparecer dos floretes, uno que sujetó con firmeza y el otro que lo arrojó cerca de Trevor el cual levantó la vista y sin dudarlo lo tomo para defenderse –al menos en ese marica ser aún existe ese fortachón que le apasiona la esgrima– ambos se pusieron en posicion listos y blandiendo cada uno su arma –pret– Trevor tenso su cuerpo y su mirada era seria –allez– con esas palabras dio a inicio al primer asalto el cual Nerón uso para comprobar si algo de lo que el hizo en esa alma rota seguia allí, y mas que claro que seguia, intento atacar al pecho del Monarca pero este velozmente bloqueo el ataque y le dio una estocada al rostro del Recuerdo, el cual quedo impresionado al ver la respuesta que le dio –al parecer no todo mi trabajo esta perdido– sonrio cinicamente mientras que Trevor ocultaba su rostro tras su cabello pomposo, dandole a su rostro una apariencia sombria –vamos a por el segundo asalto.–

Llegó la hora de levantarse y Luigi dio un fuerte estirón el cual lo hizo estremecerse y bostezar –muy bien, es hora de trabajar– tan rápido como su cuerpo se lo permitió salió de la cama dirigiéndose a la ducha y luego a vestirse, con paso algo apresurado se acercó a donde dejó al Fantasma y se le hizo raro escuchar el silbido de algo ser agitado en el aire, abrió la puerta y tan rápido sintió una brisa rozar su mejilla y ver enfrente de él la fría mirada del Ente, esa mirada nunca la había visto, era tan oscura como la noche, con una pupila con casi el tamaño de una miga, Luigi al reaccionar y del enojo le dio una bofetada al Espectro el cual reaccionó sacudiendo su cabeza y volviendo en sí

–Perdona Luigi… no note que estabaís tú aquí– observo su mano y vio que aun seguía el florete en su palma, lo desapareció con su magia y se sobo la bofetada, desapareciendo la marca al instante –perdón otra vez, es que Nerón me provocó y creo que me descontrole un poco– agacho la mirada algo apenado por eso y simplemente espero escuchar la voz del chico

«Para tener una apariencia tan patética, si tiene buenos reflejos y práctica uno de los mejores deportes para las batallas cuerpo a cuerpo» Mr.L estaba admirado por el talento del Fantasma con el arma pero Luigi seguía algo alterado por casi recibir un golpe

–Que sea ultima vez que usas tu magia sin mi permiso, bestia insolente– es lo único que se atrevió a decir, lo cual hizo que los ojos del Monarca se oscurecieron y simplemente reprimiera su dolor –ven, vamos a comer– se dirigió a la cocina y el Fantasma con paso formal fue detrás del humano, el cual seguía algo molesto por lo sucedido; llegaron a la cocina y el Plomero tomó asiento en un taburete que había en la barra que tenían en la cocina –adelante, vuelve a cocinar tú la comida, te traje mas cosas para que las cocines así que hazlo, es una orden y recuerda los comandos que te enseñe ayer, los cuales vamos a perfeccionar hoy–

–Si… mi dueño… como usted ordene– saco lo necesario para cocinar un desayuno adecuado para el humano y cuando estuvo listo de forma servicial se lo dejó frente a él, esperando alguna otra orden