Tu amigable y vecino, Spiderman y ¿Deadpool?

Capítulo III

Nada. Absolutamente nada.

Desde su último —y primer— encuentro con Deadpool, había estado encerrado en su cuarto buscando información sobre este, pero llevaba tres horas sin ningún éxito.

Estuvo a punto de rendirse, cuando leyó algo respecto a un peligroso sujeto de mallas rojas y katanas en uno de los encabezados.

Corriendo el riesgo de instalar un virus en su computadora, accedió al sitio web dispuesto a obtener por lo menos algo que le pueda ser útil.

«¿Necesitas deshacerte para siempre de algún idiota que obstruya en tu camino?»

Ok, ¿Donde se había metido?

«Pues estás de suerte, se ha corrido la voz de un muy habilidoso mercenario, conocido como Deadpool, y que jamás falla con sus objetivos.
Tal vez aus servicios no son del todo baratos, pero valen completamente la pena.»

Bingo.

«Varios aseguran que no es una persona "normal".»

¿Qué tan normal era alguien que vestía de rojo y negro, con dos katanas en su espalda?

«Según unos documentos que fueron robados por otro mercenario, Deadpool fue participe de un proyecto que le otorgó ciertas habilidades particulares.»

¿Proyecto?

«Este proyecto estaba dirigido por una asociación para nada legal, llamada L.O.V. famosa por experimentar con personas. Lastimosamente, antes de que se descubrieran cuáles eran estas habilidades, el mercenario fue brutalmente asesinado y nunca más se hallaron los informes»

Por supuesto, no podía tener tanta suerte.

«Si esto ha llamado tu atención, eres completamente bienvenido a contactarlo bajo el siguiente número:»

Bueno, por lo menos ahora sabía que era un mercenario y que no era completamente normal; además tenía el nombre de esa extraña asociación.

Fantástico.

¿Ahora qué?

Antes de volver a sumergirse en sus pensamientos se oyó el toque de Shoto del otro lado de la puerta.

—Izuku, es hora de comer.

—¡Enseguida voy! —tal vez si despejaba su mente podía idear un buen plan.

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Shoto decidió pedir comida a domicilio, y, como siempre pasa cuando le toca elegir la comida, pidió soba.

—¿Sabías que existen más comidas además de la soba?

—Por supuesto, pero ninguna es tan rica como esta —comentó mientras seguía comiendo.

—Prefiero mil veces el katsudon —a pesar de lo que decía, la comida favorita de el mitad albino no estaba mal. Simplemente quería molestarlo.

—Lástima, para la próxima eliges tú —el peliverde soltó un bufido que fue acompañado por una media sonrisa de parte del contrario.

Se habían conocido en ese mismo apartamento: Izuku buscaba un lugar donde vivir que quedara cerca de la universidad y que al mismo tiempo no sea tan caro, por lo que compartir con alguien el lugar implicaba también dividir los gastos; Shoto, por otro lado, buscaba alejarse lo más posible de su padre, ¿Y que mejor forma que ocultarse viviendo con alguien más? Aunque al inicio el heterocromático no hablaba mucho, tarde o temprano terminaron congeniando muy bien y se volvieron buenos amigos.