Luego de un interrogatorio de parte de Inko sobre qué había sido de él en los últimos seis años, Katsuki decidió prender la televisión para escapar de la conversación antes de que se tornara más personal y el tema de Deku se involucrara.
«—Y aquí estamos, siendo testigos de cómo Spiderman acaba de salvar a una ancianita de ser asaltada por tres hombres, pero, ¿Qué nos asegura que Spiderman no les pagó a esos sujetos solo para hacerse el héroe? —una chica parecía querer quitar al tipo de allí— ¡Vean como huye, como si tuviera algo más importante qué hacer! ¡Esta claro que es un farsante!»
La transmisión se cortó.
—¿Qué hacía el señor Monoma dando las noticias en el canal 7? —la peliverde parecía sorprendida.
—Se habrá colado solo para seguir hablando mierdas de Spiderman —contestó la rubia.
Katsuki bufó molesto, resulta que su intento por apagar la conversación se vio frustrado, y ahora hablaban sobre el nuevo superhéroe que había aparecido hace ya unos meses.
Sinceramente, a él le daba igual. Es decir, el tipo arácnido se había metido con uno de sus objetivos pero no le afectaba mucho, podía deshacerse bastante fácil de él y sin matarlo. Aunque no fuera a decirlo nunca, Spiderman era útil, bastante hábil y se veía inteligente; pero dudaba que luego de su último encuentro el héroe considerara ayudarlo con su "investigación". Después de todo, Deadpool era todo lo opuesto a él.
Seguía tan hundido en sus pensamientos, que se sobresaltó cuando escuchó los golpes en la puerta. Afortunadamente nadie lo notó.
—¡Debe ser Izuku! — Inko se levantó emocionada y corrió a la puerta.
Una pequeña parte del subconsciente del cenizo le decía que se mantuviera alerta por si era una trampa.
Pero toda idea negativa se esfumó cuando vio al peliverde pasar hecho un desastre de palabrerío, dando excusas sobre el porqué llegó tarde.
Derrepente los nervios calaron cada uno de sus huesos. Si bien ya lo había visto esa mañana, ahora era distinto: ya no tenía una máscara que ocultara quien era y sus sentimientos, esta vez estaba cara a cara con su mejor amigo de la infancia.
Mierda, ¿Siquiera podía seguir llamándolo así?
De alguna manera, logró mantener su rostro impasible y su voz salió natural.
—Llegas tarde, nerd.
Si antes Deku era una bola de nervios, dando una y mil excusas sobre su tardanza; ahora estaba diez veces peor. Bakugo logró contar mínimo otros siete balbuceos más para que logrará decir un «Hola, si, lo siento».
—¡Izuku! —no podía faltar, su madre que amaba al peliverde como si fuera su segundo hijo, saltó a abrazarlo—. Ignora a Katsuki, con cada año se vuelve más gruñón. ¿Como has estado? ¿Te sucedió algo?
—He estado bastante bien —habló como pudo entre los brazos de la mujer. Tenía demasiada fuerza—. Lamento mi tardanza, había unos autos de policía a medio camino que no me dejaron pasar. Debió haber un robo o algo por el estilo —completó cuando por fin fue liberado.
—Oh, si. Spiderman detuvo un robo a una anciana o algo así.
—Lo importante es que hayas llegado bien —habló más tranquilo el castaño, pero igualmente feliz de reunirse nuevamente con los Midoriya.
Entre saludos e intercambios de palabras, se fueron sentando en la mesa a comer antes de que la comida se enfríase.
Por azares del destino —o por la bruja de su madre— Katsuki terminó sentado al lado de Deku. Aún así, no intercambiaron palabra alguna durante toda la cena, ni el postre; contrario a los mayores que charlaban amenamente.
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Tu amigable y vecino, Spiderman y ¿Deadpool?
MizahSpiderman debía patrullar las transcurridas calles de Nueva York. Había podido establecer una rutina, pero llegó un coqueto y descarado mercenario a poner su mundo de cabeza. -·-·-·-·- Historia Bakudeku con temática Spideypool. La portada no es mía...