Izuku trataba de contenerse. De verdad lo estaba intentado.
Pero simplemente no lo soportó más.
Estalló a reir a carcajadas ante la fulminante mirada que le dedicaba el rubio. Su risa pareció contagiar al resto de chicos que se encontraban en la sala y terminaron llenando toda la habitación.
—Cierren la maldita boca.
Katsuki estaba bastante irritado, eso cualquiera que tuviera dos dedos de frente podría notarlo, pero parece que al grupo de intrusos no parecía importarle mucho la ira del cenizo, porque continuaban molestándolo.
—¡Pero es que...! ¡Mírate! —Denki apenas podía hablar— ¡Literalmente tienes el ceño fruncido desde que naciste! Un verdadero cascarrabias desde la cuna.
Definitivamente Katsuki iba a quemar ese libro.
Inko había estado revisando el ático, por lo que sobre unos de los estantes había una caja con un montón de cosas llenas de polvo, entre ellas, la razón por la que el cenizo consideraba cometer un homicidio: un viejo álbum en el cual habían fotos de él y el pecoso de cuando eran niños.
Mina le arrebató el libro de las manos a Denki y lo posicionó al lado de la cara de Katsuki.
—¡Si está igual! —rió la pelirosa— Katsuki, rápido: haz un puchero y recreemos la imagen.
—¡Dame eso! —tomó el libro y lo volvió a dejar en su estantería—. Deberían aprender a no tocar las cosas de otros, ¡Y ya deja de reírte Deku de mierda!
—Lo... Lo siento, Kacchan —se tomó un momento para respirar—. Había olvidado completamente la existencia de ese álbum —terminó con una sonrisa y a Katsuki le dio la sensación de que se estaba conteniendo para no volver a reir.
Antes de que alguien pudiera decir algún comentario para dejar aún más en ridículo al cenizo, el celular de Izuku sonó, por lo que se disculpo y salió de la sala.
—Así que... ¿Kacchan? —se burló Denki mientras Mina le sonreía—. ¿Cuánto tiempo pensabas ocultarnos tu relación? —dramatizó.
—El chico es bastante lindo y carismático, me sorprende que se lleve tan bien contigo.
—Tiene razón, si que tienes suerte, Kats —el pelirrojo asintió orgulloso.
—Deku y yo no estamos saliendo, imbéciles —habló entre dientes procurando que el pecoso no lo oyera del otro lado del pasillo.
—¿Y las miraditas de cachorro enamorado? —la sonrisa de Denki se ensanchó más—. Aunque contigo aplicaría más la de un perro rabioso... —terminó murmurando.
Iba a avergonzarse y tirar con algo al rubio para que borrara la sonrisa burlona de su cara, de no ser porque alguien más habló.
—Oh, ¿De verdad? Y yo que creía que ya te habías confesado —dijo Eijiro y Katsuki quiso poder apuñalarlo o callarlo de un golpe.
—¡Espera! ¡¿Y Eijiro lo sabía?! —Mina hablaba demasiado alto y el cenizo estaba a punto de perder la paciencia.
—No puedo creer que nos ocultaras algo así... Creí que eramos amigos, bro —las clases de teatro de Denki debían ir muy bien, porque sus caras de traición y decepción eran tan sinceras que podrían convencer a cualquiera, si no fuera porque las estaba exagerando demasiado.
Katsuki estaba a punto de perder la paciencia, Izuku iba a volver en cualquier momento y los idiotas de sus amigos estaban hablando sobre su enamoramiento por él. Y esa definitivamente no iba a ser su forma de declararle sus sentimientos al pecoso.
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Tu amigable y vecino, Spiderman y ¿Deadpool?
HumorSpiderman debía patrullar las transcurridas calles de Nueva York. Había podido establecer una rutina, pero llegó un coqueto y descarado mercenario a poner su mundo de cabeza. -·-·-·-·- Historia Bakudeku con temática Spideypool. La portada no es mía...