Ignorando las cintas amarillas que indicaban "No pasar", caminó a través de los escombros manchando sus zapatos con cenizas.
Lo único que le interesaba era ver si las cámaras que había dejado allí habían captado algo interesante. Dudaba que la explosión hubiera acabado de una buena vez con el bastardo de Deadpool, pero se conformaba con saber si le había jodido con su pequeña trampa.
El mercenario había estado intentando meterse a su antigua base y fallando en el intento gracias a su sistema de seguridad, por lo que cuando se mudó, decidió dejar un pequeño regalo como venganza.
Últimamente le costaba encontrar sujetos con los cuales experimentar y todos sus socios habían sido asesinados por el psicópata de rojo, o encerrados en la cárcel por el nuevo superhéroe arácnido que se volvía cada vez más insoportable.
Ah si, ese era otra molestia: Spiderman, el aparentemente nuevo superhéroe de Nueva York. Lo que le faltaba.
Sus secos labios se curvaron en una sonrisa cuando por fin encontró una cámara y que, para su suerte, la memoria de esta se encontraba intacta.
La tomó entre sus manos y salió de allí caminando como si fuera una persona más de la sociedad, importándole poco y nada si alguien lo reconocía.
Detuvo sus pasos frente a una cafetería, tampoco es como si tuviera tantas ganas de hacer un viaje hasta su nueva "guarida".
Definitivamente iba a decirle a Toga que buscara un mejor lugar.
Se sentó en una de las mesas más alejadas del resto y sacó una pequeña laptop en la cual poder ver lo captado por la única cámara que quedaba en el lugar.
—¡Bienvenido! ¿Puedo tomar su orden? —la voz de una chica sonaba alegre mientras sostenía una pequeña libreta y un bolígrafo.
—Un café negro —fue lo único que dijo, y cuando la chica que trabajaba allí por fin lo miró a sus penetrantes ojos rojos, se tragó su típico «¡Enseguida se lo traemos!» y cambió su expresión a una nerviosa. A Tenko le causó tanta gracia que se atrevió a sonreír, mostrando una sonrisa aún más perturbadora que su mirada.
La chica sólo se estremeció incómoda y se retiró sin decir ni una palabra más. Estaba acostumbrada a lidiar con clientes perversos, y lo mejor en esos casos era tener la menor interacción posible.
Volviendo a lo suyo, dirigió su vista hacia la pantalla, cargando los datos de la memoria.
El video parecía ser simple: la explosión del edificio, escombros por aquí, escombros por allá, fuego y humo. Pero entonces sus ojos carmín detectaron algo que llamó su atención.
El famoso superheroe que había estado apareciendo en las noticias y que había atrapado a varios de sus hombres, se encontraba allí, aturdido y tambaleándose gritando el nombre de Deadpool.
¿Ahora se habían vuelto amigos?
Fantástico, ahora eran dos problemas en vez de uno.
Observó como Spiderman miraba algo en el suelo y caía de rodillas; para después —ante la atónita mirada de Tenko— quitarse la máscara y vomitar.
Pausó la imagen.
El ángulo era bastante malo y apenas se podía apreciar bien su cara, pero confiaba en que si le daba el video a Kyudai, él podría identificar su rostro y encontrar su identidad.
—Aquí tiene, señor —habló la misma chica de antes, «Stacy» llegó a leer, pero sin tanta emoción como cuando lo recibió. Tan pronto como Stacy dejó el café en la mesa junto con la cuenta, se esfumó.
Una sonrisa sádica se plasmó en su rostro, observando la imagen del héroe sin su máscara, mientras se llevaba la taza a sus labios.
—Supongo que podría divertirme un poco —murmuró. Su voz delataba su malicia.
Se terminó el café más rápido de lo normal, pagó la cuenta y salió de allí.
Ahora estaba mucho más motivado, tanto, que no noto al chico que venía corriendo hacia él en dirección contraria, haciéndolo chocar con él.
—¡Lo siento muchísimo, no era mi intención! —gritó mientras seguía alejándose.
Tenko ni siquiera se molestó en gritarle o dirigirle una mala mirada por fastidiarle su buen humor. Sólo pudo pensar en los rizos verdes del chico, muy similares a los del video.
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Tu amigable y vecino, Spiderman y ¿Deadpool?
HumorSpiderman debía patrullar las transcurridas calles de Nueva York. Había podido establecer una rutina, pero llegó un coqueto y descarado mercenario a poner su mundo de cabeza. -·-·-·-·- Historia Bakudeku con temática Spideypool. La portada no es mía...