Katsuki sintió como Izuku dejaba de temblar, las lágrimas dejaban de mojar su traje y el calor que le brindaba el cuerpo del pecoso lo abandonaba. Miró los brillantes e hinchados ojos de su mejor amigo y se sintió mal por haber provocado que su rostro se viera tan... deplorable.
Iba a abrir la boca para decir algo, aunque no tuviera las palabras exactas o no esté muy seguro de que se dice en estos casos, pero de un segundo para el otro el cenizo estaba en el suelo y su cara dolía horrores.
«¿Qué mierda...?»
Izuku lo había golpeado y lo miraba furioso.
—¡Maldito inconsciente, fuiste tú todo este tiempo! ¡¿Tienes alguna idea del susto que me diste?!
Katsuki lo miró perplejo, sintiendo como el ardor en su rostro perduraba y un fino hilo de sangre se desprendía por su nariz producto del golpe. Nunca, jamás, en sus veintiún años de vida, había visto a Izuku así de enojado.
Bien, si lo había hecho, pero tenían nueve años, así que no contaba.
—Izu-
—¡Mierda, estaba muy preocupado, ¿sabes?! —lo cortó mientras empezaba a caminar de un lado para el otro—. Creí que habías muerto, creí que estabas en un grave peligro por mi culpa, porque fui descuidado y me habían descubierto, ¡pero no! Resulta que en realidad eres Deadpool, el estúpido mercenario fastidioso con el que estuve hablando y trabajando desde hace unos días, y que además... Sabía mi identidad —se detuvo y lo miró fijamente—. Sabías mi identidad y te negaste a darme la tuya, ¿por qué?
Katsuki por fin salió de su estupor como para poder levantarse.
—Izuku, te habías lastimado la cabeza, ¿recuerdas? Yo no quería saber tu identidad, descubrirla fue un pequeño daño colateral por intentar ayudarte —su pequeño discurso no parecía haberlo convencido—. Además, te desmayaste cuando te revelé sobre mis habilidades, si te decía quién estaba tras la máscara habrías acabado internado o algo por el estilo.
Ok, su chiste no le había causado ni una pizca de gracia al pecoso porque ahora lo veía con su ceño fruncido.
—Tampoco me lo dijiste luego —replicó.
—Porque te fuiste después de eso y cuando por fin volvimos a vernos, estabas muy preocupado por Shoto, dudaba que fuera buen momento para soltar algo así; y tampoco era algo que iba a decirte por mensaje.
Mentira, durante el tiempo que no lo vio como Deadpool fue porque convivió con él como Katsuki, pudo habérselo dicho durante ese período pero la realidad era que quería aprovecharse de que Izuku no supiera sobre su alter ego. No contaba con que todo se descontrolara demasiado rápido.
Afortunadamente eso pareció convencer al pecoso que había dejado de fruncir el ceño pero no abandonaba su posición defensiva.
—Puede que entienda tus razones, pero no por eso las acepte. Sigo creyendo que debiste habérmelo dicho.
—Tampoco puedes enojarte tanto conmigo; dejaste que Deadpool supiera tu identidad, pero jamás le mencionaste algo a Katsuki —contestó intentando disipar la ira del pecoso, aunque esto de usar la tercera persona sobre si mismo le sonaba increíblemente extraño y estúpido.
—Nadie que sea cercano a mí sabe sobre mi identidad como Spiderman, es para protegerlos de personas como Tomura, tú más que nadie debería saberlo—refutó apuntándole con un dedo mientras la ira volvía a atravesar sus ojos, cosa que no duró mucho porque luego desvió la mirada y murmuró algo que Katsuki casi no escucha—. Pero estaba considerando decírtelo de todos modos...
—Bueno, tal vez si me lo hubieras dicho, te habría contado sobre mi identidad —por supuesto que no lo habría hecho—, y me habría ahorrado ese golpe —se tocó la nariz que si bien ya no le dolía tenía restos de sangre—. Sí que tienes fuerza, eh.
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Tu amigable y vecino, Spiderman y ¿Deadpool?
HumorSpiderman debía patrullar las transcurridas calles de Nueva York. Había podido establecer una rutina, pero llegó un coqueto y descarado mercenario a poner su mundo de cabeza. -·-·-·-·- Historia Bakudeku con temática Spideypool. La portada no es mía...