Capítulo XXI

2.2K 274 159
                                    

Izuku quería asesinar a Katsuki y luego desaparecer de la faz de la tierra.

—Oh, así que ese era "el gato" —murmuró Shoto viendo al cenizo frente a él.

Katsuki había salido de su habitación usando unos shorts deportivos que eran suyos y una de las pocas camisetas grandes que había comprado y que al rubio le quedaban algo apretadas, resaltando un poco sus músculos.

El short era tan simple que podría haber pasado como si en realidad fuera de Katsuki, pero la camiseta era otra historia.

En un principio, había comprado varias camisetas que le quedaran más grandes de lo normal para ocultar provisoriamente los músculos que se le habían desarrollado de un día para el otro, producto de la picadura de la araña; luego de eso, habían perdido su función por lo que simplemente las había dejado abandonadas en el fondo de su ropero y nunca más las usó.

...Salvo esa noche de películas que compartió con Shoto y decidió que era buena idea usar una de esas camisetas.

Si tenía mucha suerte, el bicolor no se daría cuenta de que la ropa era claramente suya —cosa imposible porque la camiseta le quedaba ajustada y el short estaba algo flojo debido a que Katsuki tenía menos cadera que él—, pero lamentablemente no fue el caso porque Shoto poseía una excelente memoria y las miradas que le dirigía a Izuku le daban a entender que se había dado cuenta. Y no solo eso, a juzgar por la cara de su amigo, este había empezado a hacerse ideas que claramente no eran así.

Pero claro, ¿cómo Shoto no iba a malinterpretar la situación si además de que Katsuki había salido de su habitación y estaba usando su ropa, el muy cabron tenía el cabello revuelto?

«Tierra, trágame.»

—No tengo idea de qué gato de mierda hablan, pero tengo hambre y no almorcé. Muévanse —el cenizo se hizo el desentendido mientras soltaba un bostezo y siguió de largo a la cocina—. Buenos días.

«O trágate a Kacchan, lo que pase primero.»

—Uhm, ¿recuerdas a Katsuki? —se giró al heterocromático que miraba estupefacto como el rubio abría con completa confianza la heladera y buscaba algo de comer.

—¿Tu amigo de la infancia? —la ironía que usó Shoto hizo que los colores se le subieran a la cara.

Parece que el rubio había encontrado algo de jamón, tomates y pan, por lo que se estaba preparando un sándwich con tanta calma e indiferencia que Izuku quería matarlo porque sabía que en el fondo el muy desgraciado lo estaba disfrutando.

—Si, ese... Decidimos pasar año nuevo aquí, por lo que se está quedando unos días —el pecoso no podía mirarlo a la cara luego de la vergüenza que Katsuki le estaba haciendo pasar—. Espero que no te moleste... No sabía si debía llamarte o...

—No, está bien —lo tranquilizó el menor de los Todoroki—. Simplemente no me esperaba encontrarlos así. Es un gusto conocerte, Katsuki.

—Mhm —tragó lo poco que había comido de su "almuerzo"—. Igualmente, bastón navideño.

—¿Bastón navideño? —ladeó el rostro confundido por el apodo—. No, mi nombre es Shoto, creí que Izuku te había hablado de mí.

—¡Si lo hice! —se apresuró a aclarar—. Es solo que Katsuki tiene la costumbre de ponerles apodos a las personas, ¿no es cierto, cielo?

Si Katsuki iba hacerlo pasar vergüenza, él también lo haría. Ambos podían jugar ese juego.

El mencionado se ahogó con su sándwich y comenzó a toser para satisfacción del pecoso. Eso no se lo esperaba.

Tu amigable y vecino, Spiderman y ¿Deadpool?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora