Capítulo 23

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Charles

La temperatura en el paddock es insoportable. Ni usar el polo del equipo y unas bermudas. Y sólo estamos caminando.

-No sé cómo vamos a soportar -me dice Pierre a mi lado -. Ojalá no sea tan perjudicial para nosotros.

-Ojalá.

***

Bajo de mi monoplaza completamente agotado. Sólo fue la clasificación y ya me sentía totalmente agotado. Lo bueno es que todo valió la pena ya que salgo segundo en la parrilla, justo al lado de Max por supuesto. Cuando lo voy a saludar, lo veo tan agotado como yo antes de darnos un abrazo, el cual aprovechó para acercarse a mi oído y susurrar rápidamente:

-Luego de la conferencia de prensa, trata de llegar a mi habitación.

Sin esperar respuesta, se aleja a saludar a su compañero que quedó tercero. Y no voy a mentir, me dejó intrigado. El domingo hablamos por última vez algo más que dos frases seguidas y, desde que llegamos, los equipos nos mantuvieron alejados por los problemas que implican la homosexualidad en Qatar. Y realmente quiero estar con él, por lo que ya comencé a idear un plan para ir. Sólo necesitaría de Carlos y Checo para que me ayuden.

***

Ni siquiera me saqué el fireproof para ir donde Max ya que sabía que no tendría más oportunidades para salir.

Finalmente pedí ayuda y Carlos ayudó a Frédéric mientras que Checo se puso a hablar muy casualmente con Chris. Y sí, sé que alguien vestido totalmente de rojo destacaría en el garaje de Red Bull, pero mis habilidades para esconderme son buenas. O eso creí hasta que algunos mecánicos me vieron y tuve que rogar porque no dijeran nada mientras entre rápido y no los meta en problema a ellos. Lo que les agradezco porque finalmente llegué.

Golpeo la puerta y ésta se abre a los pocos segundos para encontrarme con la Mano de Max que se estira buscando mi brazo y arrastrándome al interior de la habitación. No tuve tiempo de saludarlo ni de disfrutar el aire fresco que había en el lugar, contrarrestando con el calor de afuera, no. Max simplemente me arrinconó contra la puerta y me besó con intensidad y yo respondí de la misma forma. Sus dedos se aferraron a mi cabello, tirando de él con fuerza, mientras que nuestras lenguas chocaban entre ellas. Mis manos se dirigieron a su cintura y, cuando comencé a intentar sacarle la camiseta, se alejó riendo.

-Lo siento, juro que no te llamé para esto -se rasca la cabeza con timidez -. Te dije que vengas porque te extraño, pero me dejé llevar -suelto una carcajada -. ¡No te rías! Ni siquiera nos bañamos aun.

-No -respondo entre risas -, vine aquí en cuanto tuve la primera oportunidad.

-Gracias -me dio una sonrisa que sólo me provocaba ganas de volver a besarlo y continuar donde lo dejamos, pero él se giró hacia su maleta -- ¿Quieres bañarte conmigo? Tengo un juego de ropa extra para prestarte y juro que no es de Red Bull.

Riendo, acepto y lo sigo en la pequeña habitación hasta entrar a la ducha, donde allí si continuamos con lo iniciado en la puerta.

Cuando terminamos de vestirnos, pongo mi traje en una bolsa y salimos riéndonos de nuestra pequeña aventura en el paddock, sin darnos cuenta que Christian nos esperaba con los brazos cruzados en señal de desaprobación.

-Tú, a dar tus entrevistas -dijo mirando a Max y siguiéndolo con los ojos mientras caminaba. Cuando creí que podría librarme, gira en mi dirección y me dice: -Y tú espero que estés listo para explicarle a tu equipo por qué desapareciste.

-Lo siento, Chris. Sé que hicimos mal, pero...

-Charles, quiero que me escuches -me hace una señal para que caminemos juntos y lo sigo -. El menor de los problemas es que ustedes estén juntos. Lo que sucede es que aún no sabemos quién es el acosador. Intentamos rastrear su IP pero aparentemente usa VPN y no podemos exponerlos a esos ataques constantes.

Chris y yo continuamos la conversación hasta que llegamos al garaje de Ferrari donde Fred me esperaba con ceño fruncido y negando con su cabeza. Paso a su lado con una sonrisa como si no hubiera hecho algo malo y corrí a buscar un polo para dar las entrevistas. Antes de perder a los jefes de vista, me giro y los veo hablar riendo, entendiendo por qué Max se siente más cómodo alrededor de Chris que de su propio padre.

***

Ver los fuegos artificiales y las luces homenajeando a Red Bull me generan emociones diversas. Por un lado, sé lo mucho que Max trabaja con los simuladores y estoy seguro que Checo hace lo mismo. Por otro lado, miro a mi auto remolcado por un problema con el motor que me dejó varado en una de las curvas, pensando en lo distinto que sería si el SF-23 hubiera sido un mejor auto. Tal vez podría haber peleado el campeonato y ya a esta altura veo difícil llegar al segundo lugar.

Max y Checo festejan el campeonato de constructores y Max, con esta victoria aplastante en este circuito que nos afectó físicamente a todos, ya está a un paso de ser campeón en Austin con sólo sumar un punto. Simplemente niego y me acerco a saludarlos para luego volver en búsqueda de mi celular.

En ese momento veo un mensaje de mi hermano Lorenzo con un link hacia la cuenta de nuestro acosador y lo que veo que subió hace minutos me dejó helado: dos fotos donde una me muestra a mí a punto de entrar a la habitación de Max y la siguiente una de los dos saliendo recién bañados y con ropas distintas. Ambas del día viernes y dando por hecho que el infiltrado estaba en el equipo. Llamo a mi representante y le cuento las nuevas noticias. Lo que no esperaba es que me dijera:

-Charles, mi equipo ya descubrió quién sacó las fotos y quién planeó todo esto.

Pero lo que me impactó fue el nombre que me dijo. Corto la llamada y miro en dirección a la celebración a la espera de que esto no cambie todo de la peor manera.

***

Una semana pasó desde el Gran Premio de Qatar y una semana pasó desde que supe la verdad. Le pedí a Nicholas que no le dijera algo al representante de Max o a gente de Red Bull. Él, por supuesto, se intentó oponer y hasta me hizo dudar cuando me explicó que podría ponerme a todos en contra, pero le afirmé que asumiría los riesgos y seguiría con el plan que había ideado.

Y aquí estoy, en la casa de un amigo en Francia que muy amablemente me prestó para esta reunión. Honestamente estaba nervioso, pero no podía bajarme de esto. Mucho menos cuando costó que acepte hablar conmigo. Y cuando al fin me estaba calmando, el timbre de la casa sonó poniéndome nuevamente en alerta. Respiro hondo y voy a la puerta, recibiendo una azulada mirada, una similar a la que veía en Max, sólo que en vez de ser cálida ésta era fría.Y en ese momento supe por qué la personalidad de mi novio cambiaba cuando él estaba presente a su alrededor y sorprendiéndome que, pese a todo, seguía buscando su aprobación.

Y para empeorar, en este momento yo también buscaría la aprobación de Jos Verstappen.

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⏰ Última actualización: Dec 03, 2023 ⏰

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