Que Sea Un Secreto

Capítulo 16

Max

Los días posteriores al rechazo de mi papá fueron difíciles, pero pude llevarlos bien gracias a la compañía de Charles. Debido a que los puse en una posición difícil el domingo, también les conté qué sucedió a quienes estaban en la fiesta y por suerte pudieron entender, además de que me brindaron apoyo diciéndome que estaban para mí si necesitaba de un amigo. Eso y el hecho de que mi mamá vino a Italia a verme correr, mejoró mi semana. Junto a ella, Pascale y Arthur, quien también corre este fin de semana, Charles y yo comimos juntos en un lugar donde nadie nos molestó, hasta pudimos hacer fotos para el recuerdo. Incluso publiqué una con mi mamá en la historia de Instagram.

—Me alegra mucho saber que te encuentras mejor, hijo —me dice camino al hotel.

—Charles ayudó mucho. No sé qué habría hecho sin él.

—¿Hablaste con tu padre? —mi silencio le da la respuesta y acaricia mi espalda en respuesta —. Por esto te decía que no le dijeras, pero tampoco deberías ocultarle cómo te sientes —me frena y se para frente mío —. Cuando entre en razón, no lo perdones fácil, ¿si? Lo mínimo que debería sentir por ti es orgullo, no sólo por ser un campeón del mundo cuando él ni siquiera logró pelear por un solo campeonato, sino por el hecho de que creciste siendo una persona maravillosa.

—Gracias mamá —la abrazo —. ¿Estarás en el garaje mañana?

—Por supuesto, hijo.

Seguimos hasta el hotel donde se quedaría y me encaminé hacia el mío. Mañana empezaría con las prácticas y sería un día largo.

***

Ir manejando a la pista suele ser tranquilo y relajante. La gente sabe que llegas, pero es lo suficientemente respetuosa para no tirarse encima de los autos. Además rara vez alguien del equipo se comunicaba conmigo cuando estoy en viaje, razón por la que se me hizo extraña la llamada de mi representante.

—Buenos días, Raymond —saludo al altavoz.

—¿Estás viniendo? —no sé me pasó por alto el tono nervioso en su voz.

—Claro, ya estoy llegando. ¿Sucedió algo?

—Cuando llegues, ven lo más pronto posible a la oficina del equipo. Y sí, algo sucedió -sin más, corta la llamada.

La situación no pudo dejarme más intrigado, pero mantuve la velocidad de mi auto. Para empeorar las cosas Checo también estaba en camino y mi mamá llegaría más tarde, por lo que no tenía a alguien para pedirle espiar qué sucede allí. Sólo quedaba mantener la calma y llegar. Después de todo no había hecho algo malo, ayer en el simulador estuve muy bien y, que yo sepa, no habían problemas con mi auto. ¿Pero por qué me hablaría mi representante? ¿Y por qué estaba él aquí? Esto me dejaba más dudas que respuestas y ya me ponía ansioso. Suspiro y me siento aliviado cuando visualizo la entrada del circuito.

***

Prácticamente corriendo, llego a la oficina principal que usa el equipo y me paro observando la puerta. Respiro hondo y golpeo, recibiendo a los segundos la respuesta de Chris en forma de un "pasa". Y ojalá no lo hubiera hecho.

Por fuera parecía serio, pero realmente el aire desapareció totalmente de mis pulmones y tuve que luchar por no temblar cuando me encuentro no sólo a mi jefe de equipo y a mi representante. Allí sentados no estaban otros más que Charles, su agente y Frédéric Vasseur. Leclerc en ningún momento se volteó a verme y mantuvo la mirada al frente mientras que el francés me miró de reojo. Horner, por otro lado, señaló el asiento al lado de Raymond.

—¿Chris, qué sucede? —pregunto tratando de sonar lo más casual posible y fallando en el proceso mientras me siento.

—Creo que sabes muy bien qué está pasando, Max —se cruza de brazos —. ¿Algo que quieras decir?