Prólogo

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Charles

Año 2010, Circuito de Lonato, Italia

Estaba nublado, pero está bien. Me gusta este clima, sobre todo combinado con el típico ambiente festivo de Italia.

—Vamos hijo— escucho decir a mi padre, a lo que yo asiento sin dejar de mirar el podio.

Las carreras de karting terminaron y tres de mis rivales estaban festejando sus logros, pero todos hablaban de uno en especial. El chico rubio que se llevó todas las miradas y me ganó en la clasificación por decimas. El hijo de un piloto de Fórmula 1, conocido por ser amigo y escudero de Michael Schumacher.

—Es bueno ese chico— interrumpió mi papá mis pensamientos—. Max Verstappen. Sin dudas será a quien tengas que vencer si quieres salir campeón.

—Si. Es rápido y parece que no tiene miedo para hacer ciertas maniobras— contesté sin sacarle los ojos de encima.

Me dijo algo más, pero realmente no le presté atención. No había hablado con él mas que un simple saludo de pasada, pero sabía que no sería la última vez en que nos encontraríamos.

Max Verstappen.

Max

Año 2012, Val D'Argenton, Francia

—¿Qué fue eso? —cuestionó mi padre enojado.

—No lo sé. Estaba corriendo y él sólo me chocó —contesté queriendo alejar el foco de su ira de mí.

—¿Sólo corrías y te chocó? ¡Tú también lo chocaste, Max! Pudiste haber jodido tu carrera totalmente y ahora tengo que ir a arreglar lo que hiciste.

Sin más, mi papá se fue a hablar con los comisarios mientras yo lo seguía detrás. Le dediqué unas palabras a un periodista hasta que se alejó en búsqueda del otro idiota. Y lo que vi solo me enfureció: el gesto arrogante que le dio al tipo me hizo enfurecer más. No sé que fue lo que le dijo, solo que cuando finalizó, me miró con una sonrisa burlona en su rostro para después girarse e irse.

—¡Max, ven aquí! —llamó mi papá.

Si, definitivamente lo odiaba. Este idiota iba a caer sin importar qué.

Charles

Año 2018, Circuito de Barcelona, España

No quería admitirlo, pero estaba nervioso. Marcus me dijo que no debería hacerlo ya que todos podían ser un poco civilizados, pero esa falta de claridad no ayudó mucho.

Sabía que esta tensión que sentía estaba injustificada. Conocía a casi todos por las prácticas que hice el año pasado, además de los que ya conocía por competencias anteriores. Personas como...

—Al fin estás aquí —escucho a mis espaldas. Al voltearme con la cabeza gacha, lo primero que veo es un mono azul oscuro con detalles en rojo y amarillo formando dos toros. Levanto mi mirada y choco con la de mi antiguo rival, quien tenía una sonrisa arrogante en su rostro —. Te tardaste un poco, pero llegaste.

—No todos podemos ser perfeccionistas a tu nivel— contesté cruzando mis brazos y levantando mis cejas —. Y dime Max, ¿qué te trae aquí con un simple rookie? Podrías estar junto a los grandes pilotos de tu nivel como Fernando, Sebastian o Lewis. Ya sabes, múltiples campeones como tú.

No esperaba que se enoje, pero tampoco esperaba una risa que volteó la cabeza de varios de nuestros compañeros quienes lo dedicaron miradas curiosas. No parecía el chico demasiado serio para su edad que rompió varios récords en la F1 con el solo hecho de sentarse en uno de estos monoplazas. Sin pensarlo, reí con él.

—Espero que nuestras competencias sean igual de divertidas y memorables que en el pasado.

Y sin más, Max simplemente se volteó y regresó junto a Daniel y los Red Bull que pronto conducirían en esta pretemporada, dejándome solo con mi Sauber. Lo vi llegar con su compañero, quien le preguntó algo que lo hizo reír para luego dirigir sus ojos a mí y saludarme.

Definitivamente mi paso por la Fórmula 1 sería interesante.

Que Sea Un SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora