XXIII. Louisse

12 3 3
                                    

Jueves 16 de junio de 2016.

8:21 pm

Londres, Inglaterra.

Sin exagerar estos días han sido los peores en toda mi existencia, después de la cena de bienvenida he pasado mis días encerrada en mi habitación, a excepción de cuando Nicholas viene y salimos a hablar al jardín, ya que no es como que pueda salir mucho ahora que la gente tiene los ojos puestos en mi porque creen que estoy saliendo con Nicholas.

Edward ha comenzado a trabajar para papá nuevamente ya que no tiene la necesidad de cuidarme debido a que no tengo permitido salir. Papá ha enviado a los tutores más de una vez a mi habitación para que puedan darme clase, pero los he echado a todos, no los necesito si ni quiera podré aplicar las cosas que me enseñan.

He leído, he pintado y he llorado de frustración para sorpresa de nadie.

La verdad es que cuando creces en un ambiente como en el que he crecido, hablar no siempre es la mejor opción, todo lo que digas puede ser inapropiado y serás juzgado sin importar que solo quieras expresar tus sentimientos.

Supongo que llorar es la única forma que tengo de expresar lo que siento, aunque también está mal visto que me atreva a hacerlo en público.

Quizá sea tiempo de tomar los consejos de Jimin.

Me pongo de pie y tomo mis zapatillas de ballet mientras salgo de mi habitación para dirigirme a mi salón de baile, pero una vez salgo me topo con Nicholas saliendo cabizbajo del despacho de papá.

— ¿Qué ha pasado? — digo preocupada provocando que de un brinco del susto, pero se queda mirándome en silencio, lanzo las zapatillas dentro de la habitación para después acercarme a él — ¿está todo bien?.

— S-si — sonríe mientras sacude su cabeza — hoy no podré quedarme, ya es algo tarde — dice extendiéndome su mano a lo que la tomo mientras lo miro confundida — te veré mañana, ¿sí? — dice sonriendo.

— ¿Estás bien?.

— Si, solo estoy algo cansado, tú también deberías descansar — dice mirándome tierno — buenas noches, Louisse — dice dando un beso en mi mejilla para después apartarse sin dejarme responder.

Nicholas se veía realmente extraño, parecía que estaba pasándole algo malo, ¿qué hacía solo en el despacho de papá a esta hora?, ¿por qué nadie me informo que estaba aquí?.

Entro al salón de baile y comienzo a cambiarme de ropa mientras intento encontrar una respuesta para lo que ha pasado, termino de colocarme las zapatillas y me miro en el largo espejo frente a mí, hace mucho no usaba mi ropa de baile, el leotardo y las medias siempre han sido lo único que mamá me ha permitido usar en lugar de vestidos o faldas, pero siempre me ha prohibido que alguien más me vea cuando lo llevo puesto, a excepción de mi instructora, mis padres o Lidia (mi mucama), ni siquiera Nicholas me ha visto usarlo.

Tres golpes en la puerta logran hacer que aparte mi vista del espejo, doy permiso para que pasé encontrando a Lidia con una charola en sus manos que lleva algo de comida.

— La lleve a su habitación, pero no estaba, supuse que estaría aquí — dice apenada mientras la coloca sobre la mesa.

— Lidia — la llamo.

— ¿Si princesa? — dice mientras hace una ligera reverencia.

— ¿Por qué no me dijiste que el marqués vino hoy? — preguntó mirándola.

— Su padre me pidió no hacerlo — dice cabizbaja, frunzo el ceño confundida al escuchar lo ha dicho.

— De ahora en adelante, sin importar lo que él te diga, quiero que me digas cuando el marqués venga — digo soltando un suspiro — ¿podrías hacerme ese favor?.

— Por supuesto princesa — dice asintiendo — ¿sería todo?.

— Si, gracias por la comida — digo sonriendo.

— Permiso — dice sonriendo mientras hace otra reverencia y sale del salón.

¿Por qué papá no quería que supiera que Nicholas estaba aquí?.

Viernes 17 de junio de 2016.

10:11 am.

Escucho como alguien golpea suavemente a mi puerta para después ver a Lidia entrar, la miro confundida mientras cierta la puerta ya que no le he dado permiso para entrar.

— El marqués está aquí junto al duque Archivald — susurra — están en el despacho de su padre — dice nerviosa.

— Gracias — digo mientras me levanto de golpe y salgo de mi habitación lo más rápido que los tacones me dejan ir, para abrir de golpe la puerta del despacho de papá encontrándome con Nicholas cabizbajo mientras papá y el duque lo miran atentos — ¿A qué se debe esta reunión tan discreta? — pregunto cruzándome de brazos mientras veo a papá molesta.

— Princesa, buenos días — dice el duque Archivald poniéndose de pie y haciéndome una reverencia para Nicholas después imitar su gesto.

— Louisse, sabes que no puedes interrumpir una reunión así — dice papá molesto.

— También sabes que se me debe informar de toda persona que entra al palacio, ¿o ya se te olvidó? — digo sin apartar mi vista de él — ¿me van a decir sobre que hablaban? — Noto como ambos se giran a ver a Nicholas como si quisieran que guardara silencio.

— Vayamos al jardín — dice Nicholas acercándose a mi mientras me extiende su mano.

— ¿Qué te ha dicho? — le preguntó preocupada al notar cierta preocupación en su rostro.

— No ha pasado nada, de verdad — dice un poco más tranquilo — ¿confías en mí? — dice extendiendo su mano nuevamente y la tomo mientras los veo confundida.

...

Llegamos al jardín e inmediatamente veo como Nicholas se queda concentrado mirando las mariposas en las flores frente a él en completo silencio, me paró a su lado mirándolas también y lo escucho soltar un suspiro.

— ¿Recuerdas la pregunta que me hiciste cuando tu padre nos regañó por pedir permiso para ir a aquel concierto? — dice sonriendo.

Asiento divertida — ¿cómo sería nuestra vida si fuéramos mariposas? — digo nostálgica.

— ¿Tienes una idea de cómo sería? — pregunta sin mirarme.

— Quizá no estaríamos aquí — digo soltando un suspiro haciendo que se gire a verme.

— Louisse — dice tomando mi mano, sus ojos se ven llorosos.

— ¿Estás bien? — digo analizándolo preocupada.

— Sabes que haría lo que fuera para que estés feliz, ¿verdad? — dice mirándome a los ojos a lo que asiento en respuesta.

— Nicholas me estás asustando — digo preocupada mientras veo como una lágrima cae por su mejilla e inmediatamente la limpió con mi pulgar.

— Yo jamás haría nada para lastimarte a propósito, ¿lo sabes verdad? — insiste.

— Lo sé — digo sin entender que pasa — ¿ha pasado algo con mi padre?.

— No — niega rápidamente mientras carraspea y limpia sus lágrimas — solo estoy algo sensible porque te extrañe mucho — dice sonriendo nervioso.

— ¿Estás seguro?.

— Si, te lo prometo — dice tierno.

1:39 pm.

Finalmente, Nicholas se ha marchado dejándome con una gran intriga, si bien él me ha prometido que no ha pasado nada, no sé porque no puedo creerle, no es normal que se me oculte la llegada de alguien.

Subo aún molesta al despacho de papá y entro de golpe nuevamente — ¿qué le han hecho? — preguntó mirándolo molesta pero mi expresión cambia a confusión al notar a Edward dentro de la habitación.

— Siéntate — dice papá.

— ¿Por qué? — digo frunciendo el ceño.

— Tenemos que hablar.

SerendipityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora