LXX. Jimin

24 3 14
                                    

Sábado 27 de mayo.

Veo como Nicholas se para frente al altar con su vista puesta en mi para después esquivar mi mirada rápidamente. Me negué demasiado a estar hoy aquí, pero los chicos me insistieron en que debíamos mostrarles nuestro apoyo y hacerles saber que estaríamos con ellos a pesar de todo, pero, ¿cómo podré demostrarlo?, me están arrebatando frente a mis narices a lo único que me importa.

El piano comienza a sonar indicando que finalmente la novia está por entrar, cierro mis ojos mientras dejo escapar un suspiro pesado y me pongo de pie al igual que todas las personas en el lugar. Empiezo a escuchar los murmullos haciéndome girar a ver en la misma dirección que todos, viendo como Louisse entra acompañada de su padre.

Siento como mi pecho se aprieta e inevitablemente mis ojos se cristalizan, todos están mirándola mientras que ella va mirando de un lado a otro completamente seria, hasta que finalmente gira en nuestra dirección quedando sorprendida, pasa sus ojos por cada uno hasta que finalmente, dan con los míos. Fuerzo una sonrisa tratando de que vea que me encuentro tranquilo, pero únicamente logro que una lágrima salga haciéndome esquivar su mirada para poder limpiarla.

— Tranquilo — me susurra Kasumi mientras soba mi espalda.

Una vez llega al altar, tomamos asiento para dar inicio a la ceremonia, me quedo cabizbajo con mi mirada perdida en la mitad del corazón esmeralda que logra salir un poco de la manga de mi saco mientras escucho como el oficiante comienza a hablar.

— El día de hoy, estamos reunidos aquí para uni...

Alzo mi mirada confundido al escuchar que los invitados suelten gritos ahogados en total confusión y asombro encontrándome con el hecho de que Nicholas le ha arrebatado de las manos el micrófono al oficiante mientras que Louisse lo ve completamente aterrada.

— ¡Todo esto es una farsa! — dice haciendo que su voz retumbe por el lugar logrando que inmediatamente la prensa empiece a abrirse paso mientras que Louisse cubre su rostro con ambas manos dejándome ver que también lleva puesto su brazalete — ¡todo es una cortina de humo para que nadie se entere de las atrocidades que el rey Patrick y el duque Archivald han cometido!

— ¡Suelta eso ahora mismo! — grita el duque mientras se acerca a él furioso, pero inmediatamente el señor Edward se pone en medio dándole un empujón evitando que se acerque más.

— ¿Por qué?, ¿no quieres que se enteren de que fuiste el causante del suicidio de tu propia esposa? — dice Nicholas mirándolo furioso, incluso pareciera que su mirada ha perdido aquel brillo — ¡Este hombre golpeaba día y noche a su esposa sin parar, a tal grado en el que ella paro a dar al hospital días antes de que decidiera quitarse la vida! — veo como una chica pelirroja se acerca rápidamente a Louisse tomándola de la cintura para intentarla apartar del lugar, pero Louisse se zafa tranquila de su agarre indicándole con un gesto que se encuentra bien — ¡todas las veces que lo hacía, le ordenaba a sus guardias que me encerraran para que no pudiera intervenir al igual que me amenazaba con lastimar a la princesa si me atrevía a decir algo! — Louisse simplemente se queda estática mirándolo al igual que todos — contrato a un chico que la seguía día y noche a espaldas del rey, siendo que él mismo duque y el chico llamado Jung Min-ho acosaron a la princesa en varias ocasiones, donde pude intervenir yo en una de ellas evitando que el chico se propasara con ella!

— ¡¿Qué?! — grita el padre de Louisse furioso mientras se acerca amenazante al duque, con Edward nuevamente interviniendo entre ellos.

— Es mentira majestad, por Dios — dice el duque desesperado.

— ¡Por supuesto que no! — grita Louisse.

— Yo mismo lo vi, majestad — dice Edward — también intento golpearla, por eso fue que el marques lo golpeo aquel día — continúa.

SerendipityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora