LXIII. Louisse

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Viernes 17 de febrero.

3:48 pm.

— Alteza — dice Lidia entrando a mi habitación.

— Dime — digo sonriendo mientras la veo por el reflejo del espejo frente a mí. El día de hoy Nicholas está cumpliendo veinte años, y si bien no le apetecía festejarlo, decidió hacerlo dado a que su madre le escribió en aquella carta lo mucho que le gustaría que siguiera con esas fiestas que a ella tanto le gustaba organizar junto a él.

— Su padre quiere hablar con usted — dice parándose detrás de la estilista con sus manos entrelazadas frente a su pelvis.

— Dile que iré cuando termine de arreglarme, por favor — digo sonriendo.

— Dijo que es urgente — dice apenada.

— Bueno, dile que si tanto le urge venga él, yo estoy ocupada — digo encogiéndome de hombros.

— ¿Esta segura? — pregunta asombrada.

— Si — respondo devolviendo mi mirada a mi propio reflejo mientras veo como me colocan una delicada tiara hecha de flores, tiara que, por cierto, Nicholas me ha regalado para que use este día, está hecha con flores "no me olvides" las cuales eran las favoritas de la duquesa.

— E-sta bien, como usted diga, princesa — dice haciendo una reverencia.

— Gracias — respondo soltando un suspiro.

Después de unos cuantos minutos, terminan de arreglar mi cabello y maquillaje, me coloco el vestido (que por cierto también me ha dado Nicholas) con la ayuda de mi estilista soltando un sonoro suspiro una vez termina de ajustar el corset de esté provocando que ambas soltemos una risita. El vestido es de la misma tonalidad de azul que el de las flores de mi tiara, la parte de arriba es un corset sin tirantes acompañado de un fino y delgado encaje en la parte de arriba y uno un poco más grueso en la parte final de la cintura. La falda de este se encuentra hecha por bastantes capas logrando darle bastante volumen y llegando al final de mis pantorrillas. Comienza con las capas del fondo siendo de color un blanco una más corta que la anterior, hasta llegar a las capas azules hechas de un encaje totalmente transparente dejando apreciar una especie de degradado entre ambos colores.

Me coloco unas voluminosas magas del mismo estilo de encaje bajo los hombros dando la apariencia de un corte campesino, acompañados de unas zapatillas azules con correa hecha por diminutas perlas blancas al igual que mis aretes y el collar algo ajustado en mi cuello. Para finalmente colocarme unos guantes de encaje de flores totalmente de color blanco, y sobre el guante en mi mano izquierda, mi tan odiado anillo real.

Salgo de mi habitación rumbo al despacho de papá ya que el señor no pudo ir a mi habitación a decirme que era lo que quería. Entro sin llamar a la puerta logrando que me dé una mirada de desaprobación, pero de un momento a otro se queda mirándome bastante conmovido.

— Te ves preciosa — dice sonriendo.

— Gracias — respondo cortante — ¿puedes decirme que necesitas?, Nicholas no tarda en llegar.

— Creí que Min-ho te llevaría — dice quitándose los anteojos.

— Prefiero irme caminando antes de ir yo sola en un auto con él — digo soltando una risa forzada.

— Hija, necesitamos hablar sobre lo que pasó aquel día — dice haciendo que ruede los ojos — el duque Archivald está muy indignado con tu comportamiento, y creo que tiene razón — dice haciendo que suelte una risa nasal.

— ¿Él está indignado?, yo debería de haber hecho todo un caos en el momento que se atrevió a tratar de golpearme — digo alzando una ceja — debería estar agradecido de que Nicholas fue quien reaccionó porque yo hubiese llamado a la guardia real y él no estaría libre diciendo tanta estupidez ahora mismo — digo cruzándome de brazos.

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