XLIX. Louisse

18 4 16
                                    

Martes 04 de octubre.

12:56 pm.

Termino mi almuerzo y me quedo en silencio observando los arboles moverse mientras escucho a los chicos (a excepción de Jimin quien no ha venido a almorzar) hablar sin prestarles mucha atención, hoy hemos tenido que almorzar en el comedor del patio dado a que le estaban haciendo unas remodelaciones al comedor del edificio.

Noto como Nam se para de golpe cubriendo su boca asombrado a lo que todos giramos a verlo confundidos — ¿qué ocurre? — pregunta Kasumi preocupada, pero el chico sigue con su mirada clavada en su teléfono sin decir nada.

— ¿Pasó algo malo? — pregunta Greta.

— Iré al intercambio — suelta sin más. Los chicos se levantan de golpe de sus asientos y comienzan a felicitarlo emocionados mientras se acercan a abrazarlo eufóricos, mientras que yo me quedo congelada en mi lugar al caer en cuenta de lo que acaba de pasar.

Me levanto de golpe mientras saco mi teléfono y busco su contacto para mandarle un mensaje.

¿En dónde estás?.

Envío mientras camino hacía la entrada del edificio principal sintiendo mi corazón latir a mil por hora.

En mi habitación, ¿por qué?, ¿paso algo?.

Responde, leo el mensaje y guardo mi teléfono en mi bolso de nuevo para continuar mi camino sin responderle antes.

Entro al edificio de chicos sin importarme quien pueda verme, subo al ascensor marcando el piso cinco en este y espero impacientemente a que las puertas se cierren.

Una vez llego y las puertas se abren, camino lo más rápido que el tacón de mis botines me permite ir, al llegar frente a la puerta de su dormitorio la abro de golpe llevándome la sorpresa de que se encuentra recargado en la barra de la cocina a un costado con sus brazos cruzados y mirando en dirección a la puerta.

— Te tardaste mucho — dice divertido mientras me mira y se acerca a cerrar la puerta a mis espaldas.

— ¿Por qué lo rechazaste? — pregunto mirándolo preocupada — era tu sueño, te emocionaba tanto la idea de ganarlo y demostrarte de lo que eras capaz, ¿por qué lo dejaste ir? — digo algo frustrada, pero el solo se queda mirándome con una tierna sonrisa.

— Porque si iba, a quien tenia que dejar ir sería a ti.

— ¿Qué? — murmuró asombrada mientras siento como mi cuerpo se paraliza por completo.

— Claro que quería ganarlo — dice acercándose a mi — demostrarme que podía hacerlo, y así lo hice — dice sonriendo orgulloso — estoy satisfecho con lo que logré, no necesito irme — sus ojos se clavan en los míos logrando que mi respiración y mi corazón comiencen a acelerarse, veo como baja su mirada mientras toma una de mis manos y la coloca en su pecho — hice la lista que me dijiste — ríe — y lo único importante en ella, eras tú.

— Dejaste ir tu sueño — digo casi en un susurro sin poder apartar mis ojos de los suyos.

— Lo hice — dice soltando un suspiro — pero ahora mismo me estoy aferrando a él — dice colocando una mano en mi mentón — y no pienso dejarlo ir otra vez — siento como se forma un nudo en mi garganta ante sus palabras mientras observo su rostro con detalle, hacía tanto tiempo que no lo tenía tan cerca — ¿podemos intentarlo una vez más? — hago un puchero conmovida mientras asiento rápidamente con una sonrisa, veo como su rostro se acerca cada vez más al mío, noto cómo sonríe haciendo que sus ojos formen una media luna para después sentir como sus labios se unen con los míos en un cálido y nostálgico beso, cierro mis ojos ante el contacto sintiendo como una lágrima se desliza por mi mejilla e inmediatamente respondo a su beso rodeándolo por los hombros a lo que él responde rodeándome por la cintura logrando profundizar nuestro beso.

SerendipityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora