LXXV. Louisse

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Sábado 01 de julio.

Londres, Inglaterra.

12:29 pm.

— No puedo hacer esto, no estoy lista.

— ¿Quieres callarte? — dice Yoongi sentado en el sofá detrás de mi mirándome de brazos cruzados por el reflejo en el espejo.

— No la calles, está nerviosa — lo reprende Kasumi a su costado con un leve manotazo en el hombro de este.

— No tiene por qué estarlo — dice él soltando un suspiro.

— ¿Qué? — digo girando a verlo bruscamente logrando asustar un poco a mi maquillista — muchas de las personas allá afuera tienen una horrible imagen de mí, creen que voy a reinar solo porque mi padre decidió complacerme en uno de mis caprichos e ignoran por completo las palabras que Nicholas dijo a la prensa aquel día — digo poniéndome de pie — ni siquiera me siento capaz de poder hacerlo, no creo tener las bases para hacerlo, no sé cómo el consejo aprobó esto, es una locura — digo colocando mis manos a los costados de mi cintura mientras suelto un suspiro al sentir el estrés invadirme.

— Escucha — dice Yoongi poniéndose de pie — si el consejo lo aprobó es porque fuiste proclamada heredera, lógicamente si el rey abdica quien debe tomar su lugar eres tu — dice encogiéndose de hombros frente a mí.

— Eso ya lo sé — digo mirándolo obvia.

— Bien, entonces — aplana sus labios — si el consejo lo aprobó y el proceso se movilizó bastante rápido, es porque ellos saben que eres capaz, no hubieran acelerado el proceso por alguien que no lo fuera — dice sin expresión alguna.

— Aceleraron el proceso porque soy la única hija del rey que abdicó — digo soltando un suspiro pesado.

— ¿Podrías dejar de quitarte mérito por un segundo? — dice mirándome algo desesperado logrando que lo vea a apenada — llegaste hasta aquí por ti, para terminar con toda la injusticia que Nicholas y tú han vivido todo este tiempo, demostraste tener el suficiente carácter para sobrellevar la situación, así que deja de decir que no eres capaz porque sabes que lo eres — dice mirándome fijamente a los ojos mientras me toma por los hombros. Me quedo estática mirándolo mientras siento mis ojos arder y mis labios comienzan a temblar provocándole una sonrisa — tranquila, lo harás asombroso — dice dándome un corto abrazo entre leves risas.

— Ay no, ¿ya la hiciste llorar? Arruinara su maquillaje — dice Kasumi acercándose para separarnos y obligándome a sentarme nuevamente — continúe trabajando tranquila, ella ya no llorara — le dice sonriendo a la maquillista — al menos por ahora — suspira dándose vuelta.

Cierro mis ojos tranquilizándome mientras siento como la chica continúa con su trabajo delicadamente. Al pasar los minutos finalmente entro al vestidor junto a Lidia una vez ingresa a la habitación para ayudarme, mientras que ahora es Kasumi a quien maquillan y Yoongi ya se encuentra listo con su traje puesto esperando en el sofá nuevamente. Me coloco el vestido con ayuda de Lidia, es de color crema, la falda es lo suficientemente voluminosa repleta de brillos y un bordado delicado de rosas, la parte superior está compuesta de un corset de pedrería dorada con mangas cortas de corte campesino también con un ligero toque de pedrería en ellas. Me coloco las zapatillas las cuales son cerradas también de color crema con el tacón y la correa en color dorado.

Ciento como termina de cerrar el vestido y sonrió en modo de agradecimiento, pero al escuchar una voz femenina que desconozco por completo saludar fuera del vestidor seguida por las respuestas de Yoongi y Kasumi, salgo a ver de quien se trata, encontrándome con Astrid, la hermana mayor de Lidia, quien trabaja para el duque Archivald.

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