LVIII. Jimin

26 3 18
                                    

Martes 28 de diciembre.

12:08 pm.

— ¿Estás seguro con tu decisión? — pregunta mamá preocupada al otro lado de la llamada, salí un poco antes de mis clases, y como el almuerzo aún no estaba listo y los demás seguían en sus clases, decidí venir al patio para poder hablar un rato con ella ya que Taehyung tuvo que irse a ver a su padre.

— Si mamá, yo de verdad la amo — suspiro dejando escapar una sonrisa mientras recargo mi espalda en el gran árbol frente al que me he tumbado sobre el pasto — yo, haría lo que fuera para estar con ella.

— Yo entiendo, y me da mucho gusto que hayas encontrado a alguien que te haga sentir eso — dice soltando un suspiro — pero amor, a este punto es algo peligroso que estén juntos.

— Mamá, se lo que intentas hacer y...

— Solo escúchame, ¿sí?.

— De acuerdo — digo cerrando mis ojos algo estresado.

— Si ese hombre le hizo eso a su esposa, se lo iba a hacer a su propio hijo — dice haciendo una pausa — ¿qué crees que les espera a ustedes dos?.

— Él no puede tocar a Louisse, el rey lo mataría con tan solo saber que lo intente — digo abriendo mis ojos mientras observo a la gente pasar por el camino de piedra a unos cuantos metros de mí.

— Exacto, él no puede hacerlo — responde — pero tiene el poder suficiente como para que alguien más lo haga.

— No estamos en una película de mafiosos, mamá — digo divertido.

— El poder que tiene esa gente no se debe de tomar a la ligera, cuídate mucho por favor, si van a seguir juntos de esta manera, sean cuidadosos, no quiero que les pase nada malo — dice con la voz entrecortada, me quedo cabizbajo tan solo escuchándola — esa niña es preciosa por dentro y por fuera, y me da mucho gusto saber lo mucho que se quieren, pero querer también es dejar ir.

Sus palabras retumban en mi mente una y otra vez logrando que mi serotonina baje de inmediato, me quedo en silencio mientras jugueteo con el pasto y alzo mi mirada encontrándome con Louisse caminando con el mismo chico que la observaba ayer.

Pero más que estar caminando juntos, pareciera que ella trata de escapar de él. Me pongo de pie y sacudo mi ropa con mi mano libre mientras busco con mi mirada algún indicio de que Nicholas o el señor Edward se encuentren cerca, pero al no verlos por ningún lado decido ir a asegurarme de que ella este bien — mamá, debo irme, te llamo luego — cuelgo sin esperar una respuesta y me acerco lo más rápido que puedo a ellos, miro como el chico se para frente a ella y la toma por la muñeca haciéndola que se detenga.

— Por Dios, ya le dije que deje de escapar de mi — dice este rodando los ojos, los cuales me miran burlones una vez me paró detrás de ella, aparto su mano de la muñeca de Louisse bruscamente a lo que solo suelta una risa nasal.

— ¿Estás bien? — pregunto girando a verla.

Sus ojos irradian terror y su respiración está bastante agitada.

— S-si — murmura mirándome repleta de miedo — ahora vete — me dice provocando que frunza el entrecejo.

— Que te vayas, ¿no escuchas? — dice el chico haciéndome un gesto con su cabeza indicando que me vaya.

— ¿Segura que estás bien? — insisto.

— ¿Qué más te da? — dice sin mirarme — ya no estamos juntos — la veo confundido para después mirar al chico quien la ve burlón, como estuviese viviendo el momento más divertido de su vida. Escucho unos fuertes pasos acercarse, alzo mi mirada topándome con Nicholas acercándose a nosotros mientras corre, veo como Louisse de inmediato se acerca a él mientras toma su mano y da un leve tirón, Nicholas me mira confundido al igual que después gira a ver al chico repleto de molestia mientras rodea a Louisse por la cintura y comienzan a alejarse de nosotros sin decir nada más, puedo notar como este comienza a revisarla mientras caminan, como asegurándose de que ella este bien al mismo tiempo que ella saca su teléfono y lo posa sobre su oreja.

SerendipityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora