Capítulo 13

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Aproximadamente ocho horas después, cuatro héroes profesionales y dos oficiales de policía observaban la pantalla de video en busca de cualquier señal. Señales de engaño, de recolección, o de arrepentimiento.

Al otro lado, en la sala de contención reforzada, había dos personas. Ambas de cabello rubio y ojos azules, madre e hijo, abrazándose una al otro. Fuera lo que fuera que los observadores estuvieran buscando en ellos, lo único que veían era desesperación.

– ¿Cómo está el padre? – preguntó el Jefe Tsuragamae.

– En cirugía. – respondió Nezu. – Pero no tienen muchas esperanzas de que lo logre. De no ser por el Quirk de su esposa, ya estaría muerto, y probablemente ella también.

Eraserhead gruñó, y All Might suspiró.

– ¿Qué hacemos ahora? – preguntó Snipe, y todos miraron al segundo oficial de policía, Tsukauchi Naomasa. Él había sido el único presente en ambos interrogatorios, debido a su Quirk de detección de mentiras.

– Aoyama Yuga nació sin Quirk. – Naomasa miró por encima de su tabla de notas. – Cuando sus amigos y compañeros de preescolar comenzaron a manifestar sus propios Quirks, se burlaron de él. Una historia bastante común, por desgracia. Sus padres intentaron probar que simplemente era de manifestación tardía, haciéndole pruebas de ADN y de Factor Quirk varias veces. Cuando quedó comprobado que Yuga-kun no tenía Quirk, gastaron una cantidad extravagante de dinero buscando soluciones alternativas. Consideraron incluso drogas o implantes cibernéticos, pero antes de poder intentar cualquier cosa, un doctor vino a ellos.

Volteó una página.

– El Dr. Zeyasu ya estaba muerto, pero los Aoyama no lo descubrieron hasta mucho después. – continuó. – Un hombre que decía ser Zeyasu utilizando sus credenciales les dijo que había desarrollado un método para extraer energía Quirk y trasplantarla a un nuevo recipiente, manifestando un nuevo Quirk.

– Eso suena como... – murmuró Eraserhead.

– All for One. – gruñó All Might.

– O quizás uno de sus secuaces. – El detective estaba de acuerdo. – La familia Aoyama aceptó el trato, y luego de tres sesiones del supuesto tratamiento, Yuga-kun desarrolló su Quirk Láser de Ombligo. Era lo suficientemente similar al Quirk de su madre para que nadie lo cuestionara. Todo parecía ir bien hasta que intentaron ir a pagarle al doctor. Éste rechazó el dinero, y en su lugar les dio tres números de teléfono y tres contraseñas, diciéndoles que tendrían que pagarle con favores en el futuro. Alguien los llamaría de uno de esos números, les daría la contraseña, y tendrían que hacer lo que fuera que les pidieran. Zeyasu les prometió que los favores no estarían por encima de sus capacidades, pero también que, si se rehusaban, vendría para "reclamar el Quirk de su hijo, y con intereses añadidos".

»Después de eso, ellos cambiaron su número de teléfono y proveedor. – continuó. – Empezaron a planear mudarse a Francia, pero recibieron una llamada del primer número en la lista. La persona les dijo que estaba bien si se iban de Japón, ya que tenían favores que podrían hacerles en Europa también.

– Así que decidieron quedarse. – asintió el jefe con cara de perro.

– Y no escucharon nada más durante ocho años. – continuó Naomasa. – Pero hacia el final del primer año de secundaria de Yuga-kun, recibieron otra llamada. Les dijeron que Yuga-kun no estaba sacando su potencial. Les indicaron, como primer favor, que lo presionaran para entrar a la UA. Les dijeron que el curso de Héroes sería el mejor, pero mientras el chico entrara en la UA, estaría bien.

– Y lo hizo. – dijo Nezu. – Quedó apenas en el límite para el Curso de Héroes, pero ciertamente habría podido entrar en Estudios Generales. Y nosotros nunca descubrimos nada de esto.

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