Capítulo 10

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El resto del día de Navidad es tenso, pero no tan terrible como esperaba

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El resto del día de Navidad es tenso, pero no tan terrible como esperaba.

Tal vez sea el espíritu navideño, o tal vez Kuchel le dio una charla a Lovof, porque el padrastro de Levi está inusualmente callado la mayor parte del día. No hay comentarios inteligentes ni nada por el estilo, nada más que miradas severas que me hacen enderezarme.

Levi me da un recorrido adecuado por la mansión. Cada nueva habitación me sorprende un poco más: hay un enorme salón de baile, que es donde dice que se supone que se llevará a cabo la gala. Hay una sala de juegos con mesas de billar, mesas de ping pong e incluso tejo, que creo que es algo que solo se encuentra en residencias para personas mayores. Incluso hay una biblioteca enorme que me hace recordar a la de la bella y la bestia. Termino pasando una buena hora de mi día ahí antes de que Levi diga que su madre me está buscando.

Y hornear con Kuchel ni siquiera es tan malo. Incluso con todo el personal disponible para preparar cada comida para ellos, Kuchel me dice que disfruta hornear y le gusta hacerlo ella misma (y que para Navidad, le dio al personal el día libre). Ella me invita a unirme a ella, conversando mientras navegamos por la que fácil podría ser la cocina de mis sueños.

— Eres buena en esto. –Dice Kuchel amablemente mientras estoy revolviendo la mezcla. — ¿Horneas a menudo?

— No realmente. –Admito. — Es divertido, pero realmente no tengo mucho tiempo. Me encantaría hacerlo más. –Recuerdo que se supone que estoy saliendo con su hijo, y agregó: — A veces, cuando Levi y yo tenemos noches en casa, hago algo.

— Eso es encantador. ¿Qué haces?

— Galletas, por lo general. –Recuerdo algo más que Levi me dijo sobre él: va mucho al gimnasio. ¿Significa eso que come sano? Mierda. — Creo que es demasiado amable conmigo, comiendo tanto como come. –Bromeo, improvisando. — Teniendo en cuenta la frecuencia con la que va al gimnasio.

Kuchel asiente y me relajo. — Sí, tiende a cuidar lo que come. Eso es dulce de su parte. –Murmura, enderezándose. — Levi, él... ¿Te trata bien?

Yo sonrío. — No podría pedir a nadie mejor.

Ella sonríe cálidamente y realmente hace que mi pecho se sienta cálido. La madre de Levi es tan encantadora: realmente se preocupa por él, y aunque la conozco desde hace menos de un día, ella también se preocupa por mi. A ella le importa si su hijo me está cuidando, si me trata bien.

— Me alegra escuchar eso, lo que más me gustaría es que fuera como su padre...

— ¿Cómo era él? –Me atrevo a preguntar mientras engraso un molde.

— Aarón, fue el mejor esposo. –Ella sonríe, pero puedo ver la tristeza en su expresión. — Nos conocimos en la secundaria, ninguno de los dos se animaba a dar el siguiente paso, pero aún recuerdo nuestra primera cita, él me invitó a salir.

Una vez en Diciembre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora