Capítulo 9

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A la mañana siguiente no me quiero levantar, ha sido la mejor noche de sueño que he tenido en toda mi vida, pero se que inevitablemente tengo que hacerlo, más porque conozco a mi madre y se que llamará

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A la mañana siguiente no me quiero levantar, ha sido la mejor noche de sueño que he tenido en toda mi vida, pero se que inevitablemente tengo que hacerlo, más porque conozco a mi madre y se que llamará.

Volteo a ver a mi izquierda y Levi sigue dormido, al menos se que no se durmió en la jodida silla como dijo. Me pongo de pie con cuidado de no despertarlo, no tengo idea si tiene el sueño ligero y es mejor no averiguarlo.

En cuanto ya estoy de pie, me estiro para luego tomar mi celular y lo reviso, joder son las diez de la mañana. Sin dudas pase una buena noche.

Suspiro y tomo mi cepillo de dientes, el dentífrico (pasta) y me dirijo al baño. Ya adentro dejo mi teléfono sobre el lavamanos, junto a mi cepillo y pasta para luego levantar la tapa del inodoro y sentarme.

Dios mi madre no tardará en hacerme su tormentosa llamada con toda la familia y solo espero no tener que ver el rostro de Pieck, porque no tengo el ánimo de ver su estúpida cara de hipócrita.

Me pongo de pie, jalo la cadena y me acerco a lavarme las manos, luego tomo mi cepillo, vierto pasta sobre este y me lo meto a la boca.

Hago mi rutina habitual, (lavarme los dientes, la cara y arreglar mi cabello) tomo el picaporte de la puerta y en cuanto lo giro mi teléfono comienza a sonar.

Cierro los ojos con fuerza y me recargo sobre el lavamanos, pero no cierro la puerta por si Levi quiere entrar pueda hacerlo y así yo me acomodo en la cama.

Suspiro y contesto la estúpida video llamada. — Hola, mamá. –Saludo esperando que no se note el agotamiento en mi voz. — Feliz navidad.

¡Annie, amor. Feliz Navidad! –Mi madre arrulla con entusiasmo. — ¡Familia vengan, es Annika!

Hay múltiples coros de "Feliz Navidad" de una docena de otras personas por teléfono. Saludo a la cámara y fuerzo una sonrisa.

Puedo ver a papá, a mis tías, tíos y primos todos juntos. Dios, me alegro de no estar allí ahora mismo.

Y sobre todo me alegro de no ver la cara de Pieck, eso mejora tan solo un poco esta llamada.

Una de mis primas, Sasha, se inclina hacia la cámara. — ¿Estás en casa de tu novio? –Ella pregunta, y esto provoca varios tarareos más interesados. — ¿Podemos conocerlo?

— Lo conocerán cuando los vea en unos días. –Respondo. No voy a despertar a Levi por esto.

Mi madre chasquea la lengua. — Oh, por favor dime que no estás andando por la casa de tu novio luciendo así.

Toco la pantalla para verme a mi misma y no me veo tan mal. Estoy algo despeinada pero no es para tanto  — No. –Me intento defender. — Es solo que yo- bueno me acabo de levantar.

— ¿Te acabas de levantar? Annika, son casi las diez y media de la mañana.

— Bueno dormí bien es todo.

Una vez en Diciembre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora