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El tiempo pasa realmente rápido, me parece increíble el que estemos llegando a la recta final de toda esta locura; parece que fue ayer cuando estaba con Levi, Erwin y Hange en esa cafetería. En ese entonces pensé que no había manera en la cual Levi y yo nos lleváramos bien.
Pero ahora es todo lo contrario, creo que hemos avanzado demasiado; el convivir juntos las veinticuatro horas del día y todo lo que hemos vivido nos ha llevado a ser tan unidos, eso tuvo que haber sido el detonante para que mis sentimientos afloraran.
Eso y el hecho de que es una increíble persona, me la pasó muy bien a su lado. El verlo convivir con su familia, el ver como se ha adaptado a mis primos, incluso bromeando con Jean cuando fuimos a patinar; eso es algo que sin dudas aprecio.
Y la manera en que me ha defendido, le ha dado muchos puntos a su favor... en este punto mis sentimientos son jodidamente fuertes y tengo miedo de echarlo todo a perder..
— Veo que no mentiste con respecto al piano...
Salgo de mis pensamientos y volteo a verlo. Decidí que lo mejor era darle un recorrido de mi casa tal y como él lo hizo. Supongo que es otra pequeña excusa para no tener que convivir con mi familia y estoy bien con eso.
— ¿Pensaste que mentía? –Digo mientras entramos a la habitación y él se acerca al piano.
Levi niega con la cabeza. — No, pero dijiste que no era costoso y este ciertamente lo es. –Roza sus dedos en el piano y sus ojos se fijan en las partituras que están ahí.
— Bueno quizás lo sea por antigüedad. –Me encojo de hombros.
— Si me amas como soy. –Murmura y se me escapa un suspiro. — Nunca antes había escuchado ese nombre... ¿es de algún artista anónimo?
— Es una canción que mis padres escribieron. –Me cruzo de brazos y camino para estar cerca de él. — Demasiado Cursi para mí gusto...
— ¿En realidad? –Yo asiento. — Siento que hay una gran historia detrás de eso.
— Ciertamente la hay... ¿quieres escuchar algo como eso?
— Por algo pregunte ¿no?
Suspiro de nuevo. — El matrimonio de mis padres fue arreglado. Mi mamá quería casarse por amor y mi papá, bueno él ni siquiera se quería casar.
Levi ríe levemente. — ¿Cómo hicieron que funcionara entonces? Si me obligaran a casarme no creo que podría tener una relación como la que ellos tienen.
— Mi papá quería conocer más a mi mamá así que le escribía cartas, eran tipo: querida futura esposa, esto es lo que debes saber de mi. Mi mamá hizo lo mismo y después de quien sabe cuanto tiempo desarrollaron cierta atracción.
— ¿Cómo se da la canción?
Yo sonrió. — Por medio de esas cartas mi padre descubrió que a mamá le gustaba la música, sobre todo cantar. Así que para impresionarla aprendió a tocar el piano y en la noche donde anunciaron su compromiso mi abuela le pidió que tocara y a mamá que cantara, básicamente improvisaron.
