El viaje en auto no es tan aburrido como pensé que sería, sirvió de mucho el tiempo en carretera para repasar lo que sabíamos el uno del otro, además Levi es divertido aunque diga y quiera aparentar lo contrario.
Hacemos una parada en una gasolinera para recargar, ir al baño y comer algo. Es lindo cuando Levi me trae un té de frambuesa sin que se lo haya pedido, le agradezco y luego volvemos a la carretera.
Cuando finalmente llegamos a su casa, que más bien debería haberme dicho que era una jodida mansión, estoy bastante sorprendida.
— Creo que debiste haberme dicho que eras jodidamente rico.
Frente a la casa hay una jodida fuente, que es enorme. La arquitectura es bellísima y parece haber sido sacada de alguna película. El jardín es precioso y no dudo que paguen miles de dólares para mantenerlo así de hermoso.
— Sí lo hice... esto era de mi padre, aunque ahora es parte de lo que mi padrastro tomó.
Pienso en lo que Moblit dijo acerca de este señor y Aarón, el padre de Levi... estoy casi convencida que tiene algo que ver con su muerte, al parecer es el que más se ha beneficiado de esto.
— Bien entiendo. ¿Algún último consejo? –Digo para tratar de apartar el sentimiento.
— Maneja esto como si no estuvieras impresionada, llámalo señor Lovof, nunca lo llames solo por su nombre ya que cree que es algo descortés y con respecto a mi madre no te preocupes seguro te amará.
Yo respiro profundo y asiento, yo puedo hacer esto. Levi se desabrocha el cinturón, baja del auto y abre la puerta para luego ayudarme a bajar.
Camina a la parte trasera de su auto y abre la cajuela para tomar nuestras maletas, para luego caminar hacia la entrada... Annika tú puedes, esto no te impresiona.
— Te daré un recorrido de la casa mañana.
— Esta bien, gracias.
Levi está a punto de decir algo más cuando se abre la puerta principal de la casa. Me pongo rígida de inmediato, pero no parece ni su madre, ni su padrastro: es un hombre más joven con traje.
— Bienvenido a casa, Sr. Ackerman. –Saluda el hombre. — ¿Puedo tomar sus maletas?
El mayordomo ni siquiera espera una respuesta. Toma las maletas de Levi y le tiende la mano a Levi para que le dé las llaves del auto. Luego, se da la vuelta y se dirige directamente hacia atrás por el camino, dejando la puerta principal abierta solo un poco para que Levi y yo lo sigamos.
— ¿Estas lista? –Dice extendiendo su mano y yo asiento.
— Tan lista como nunca lo estaré. –Tomo su mano y él suspira.
Al parecer le tranquiliza de alguna manera el que aún no haya querido salir corriendo de aquí y voy a hacer un esfuerzo para no hacerlo, nunca había estado en un lugar tan lujoso como este, debo actuar con naturalidad, como si esto no fuera cosa de otro mundo.
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Una vez en Diciembre
أدب الهواة"Como la melodía de una vez en Diciembre, tu amor persiste en mi alma, recordándome siempre la magia de nuestros días juntos."