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Cuando me despierto al día siguiente, en la mañana de la gala, Levi está a solo unos pocos centímetros de mi. Está de espaldas, pero está lo suficientemente cerca como para tocarlo si me acercara.
Su cama es tan enorme que nunca he estado cerca de tocarlo antes; siempre he tenido suficiente espacio para mantener varios pies de distancia entre los dos.
Antes de que pueda hacer algo estúpido como acercarme a él, me doy la vuelta y me deslizo fuera de la cama, tropezando hacia el baño para ducharme. Hoy es la gala, tengo que lucir lo mejor posible.
Tomo una ducha larga (Dios, su ducha es tan agradable) y empiezo a tratar de refrescarme en el baño. Empiezo a darme cuenta de que esta gala significa que es el último día aquí, y el último día aquí significa que mañana me dirijo a ver a mi familia.
Tendré que convivir con Pieck, su madre y el maldito imbécil de Porco, todo fingiendo que no alteran mi paz tanto como lo hacen, claro y ha eso sumémosle la mierda que vaya a tirar mi madre y será el combo perfecto.
— Joder. –Le digo en voz alta a mi reflejo.
Mañana, tengo que ver a mi familia. Lo que significa al menos tres días completos en su presencia. Eso no suena ideal.
Tratando de no pensar en ello, me envuelvo en la bata de baño grande y cómoda que Levi tomó de la habitación de invitados para mi y salgo del baño. Levi ya esta de pie haciendo quien sabe que.
— ¿A que hora comienza esto?
— La gente comenzará a aparecer por la tarde noche. –Responde. — Así que no te molestes en prepararte hasta más tarde.
Asiento, me siento en la orilla de su cama y tomo mi teléfono. Hay cientos de mensajes de Hange que para este punto siento que son una exageración, pero hay un solo mensaje que llama mi atención.
Es Moblit.
Abro de inmediato su chat y leo lo que envió.
"Hoy o mañana tengo la información que te prometi, en cuanto la tenga en mi poder te la enviare"
"
Espero que no te eches para atrás."
Yo suspiro pesadamente y respondo:
— "Sabes que nunca retrocedo con lo que digo, pero más te vale que valga la pena el odio que voy a recibir de mi familia".
Es sorprendentemente rápido el mensaje que llega de Moblit:
"Cariño, el solo hecho de que un simple auxiliar administrativo haya pasado a jefe y casi dueño de la empresa puede darte una idea de lo que se viene."
"Te irás de espaldas... es todo lo que diré. Feliz día Annika."
Me despido con un "igualmente" y decido no responder más.
