Adrián
Mi fin de semana había sido aburrido, sin Amelia todo era aburrido. No la pude molestar, ella no había estado en el internado aquel fin de semana.
Me encontraba leyendo en los jardines, era un libro que había tomado prestado de Amelia, me gustaba su manera de anotar y subrayar los libros, ella era muy creativa.
Y linda.
Negué de un lado al otro, concentré mi vista en el libro hasta que algo me distrajo. Inconscientemente levanté la mirada y me encontré con aquellas esmeraldas perdidas.
¿Había mencionado que sus ojos me enloquecían por completo?
Amelia estaba de pie con una maleta a su lado, sonreí levemente al verla. Ella estaba aquí.
Bueno, tal vez mi día estaba por mejorar.
Ella empezó a caminar mientras arrastraba su maleta, me levanté rápidamente al verla, caminé de manera relajada hasta ella, Amelia se detuvo al verme.
— ¿Qué tal tu fin de semana, Harper? - cuestioné con una sonrisa coqueta.
— No tuve que verte, así que supongo que estuvo bien - agrandé mi sonrisa al escucharla.
— Lástima que te hayas aburrido porque yo soy el único que te hace reír - dije de manera coqueta, Amelia rodó los ojos ante mi comentario.
— No eres tan divertido, Wilson - me encogí de hombros.
— Tendrías que escuchar mis chistes para decir eso, Harper.
— Antes muerta, créeme.
Los dos nos mantuvimos en silencio, la recorrí con la mirada, sus ojos lucían algo cansados cómo si hubiera llorado, fruncí el ceño ante ese pensamiento ¿Por qué había llorado? Me podía haber ahorrado aquella pregunta pero no lo hice.
— ¿Has llorado, cerebrito? - pregunté.
Amelia abrió los ojos con sorpresa al escucharme.
— ¿Llorar? ¿Yo? Obvio no ¿Por qué lloraría en primer lugar? Si estoy súper bien, más que bien. No tendría ninguna razón para llorar porque estoy bien.
Bien, su respuesta lo confirmaba. Amelia había llorado. Sentí un molesto malestar ante esa imagen, nunca la había visto a llorar, pero seguro que no era para nada agradable ver cómo sus bonitos ojos se llenaban de lágrimas.
— ¿Segura? - insistí.
Amelia me miró fijamente y pude ver aquel miedo, y aquella tristeza, su mirada se encontraba apagada. Un escalofrío recorrió mi piel al verla así, quería y sentía la necesidad de abrazarla y decirle que todo iba a estar bien.
— No te metas en lo que no te incumbe, Wilson.
— Solo me preocupo por ti, Harper.
— Eso ni tú te lo crees. No me tengas lástima ni pena, que no lo necesito.
Auch.
Quise decirle algo pero no pude, porque ella acababa de irse. La seguí con la mirada mientras sentía la necesidad de correr e ir a abrazarla.
Cuánto me arrepentí de no haberlo hecho.
📚📚📚
— Tierra llamando a Adrián Wilson ¿Estás ahí? - rodé los ojos al escuchar a Kyle.
— Idiota.
— ¿Qué te está atormentando tanto pequeño Wilson?
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Rompiendo Las Reglas© ✓
Teen FictionDicen que solo hay un paso del odio al amor. Y bueno Amelia y Adrián son la prueba de eso, pero cuidado no todo es tan fácil. Aunque los dos tengan cosas que los hagan ver iguales son completamente diferentes. Ella es "perfección" Él es todo lo cont...